Cerro Brujo

Muy buena opción! Llegamos y no había reserva, pero Magali nos apoyó con la Chef Patricia y nos atendieron con mucha atención y entusiasmo

Calificación mixta. No fue lo que esperábamos. Fuimos un día feriado, con reservación. Estaba totalmente lleno. El servicio: la gente es muy amable, pero no estaban organizados para atender a todas las personas. Hubo errores en los pedidos y los de la mesa de al lado se fueron enojados. Hay que ir con tiempo, dos horas como mínimo. La comida: las entradas estuvieron excelentes, crema de zapallo, ensalada y berenjena asada. Pero los platos principales, tamal vegano con ratatouille y el rib eye, fueron decepcionantes. El tamal frío y sin sabor. La masa de un tamal, es todo y si fallas ahí, pues todo está perdido. La carne sin sabor, igual, pudieron acompañarla de algún chimichurri o algo. La nuestra la sirvieron con zanahorias de colores, pero a otras mesas con papas. Pastel de zanahorias de colores, asumo que vegano, estaba rico. Como todo en la vida, a veces uno tiene un mal día.

Es un restaurante atendido por sus propios dueños y el menú esta en una pizarra que cambia todos los dias. Te reciben con pan y queso de la casa espectacular! De entrada una sopa de zanahoria morada deliciosa. Hermosa casa, buen precio y excelente atención. Volveremos de todas maneras

Aunque la comida estaba deliciosa, el lugar no tenía ambiente, se veía un poco sucio, y la decoración no era bonita ni agradable. El ambiente no era acogedor ni acompañaba la comida que fue excelente.

Entre el sabor del comino en la crema de camote y la miel del provoleta fundido, quedamos enamorados de este lugar. Las bananas foster terminaron de embrujarnos. Buena cocina en manos autóctonas de la región.