Salsipuedes

Siempre es grato volver a Salsipuedes, donde la atención es impecable y los platos muy imaginativos. En esta ocasión pedimos los pop crocs y tacos de pato como entradas. De platos fuertes pedimos Tortellini Stroganoff, Fettuccine al óleo, el Chaufa Amazónico y el Udon a la huancaína. De postres pedimos la panna cotta de yogurt con granizado de mandarina y mezcal, churros, tarta de queso vasca y un cuatro leches. La música en vivo estuvo un poco estridente para mi gusto. Cuando uno no puede hablar sin gritar en la mesa, la música está muy alta.

La última vez que visitamos Salsipuedes fue hace 19 años cuando estaba en planta baja y el Hotel Bristol constaba de una sola Torre. El restaurante ha cambiado un poco la identidad, pero continúa con su excelente oferta gastronómica y fina atención. Pedimos de entrada el croc-pop (ya habíamos probado cocodrilo anteriormente - sabe a pollo) y un ceviche. El croc-pop está servido encima de un patacón. De platos fuertes pedimos el róbalo con arroz, el pollo con setas, el Udón a la huancaína, langostinos a la brasa, Tacu Tacu de pork belly crispy y el pulpo anticuchero. La visita fue de celebración de una ocasión especial - un cumpleaños - y nos ofrecieron de cortesía un tres leches a otro nivel.

No termino de entender el punto de este restaurante. Me parece poca novedad y calidad de lo que aporta para los precios que tienen.

Lugar de ambiente agradable y buena cocina con platos emaborados. Pero las raciones son pequeñas y como los precios don elevados,puedes quedar con hambre.

el ambiente súper agradable tiene Valley parking buena música ambientada el servicio es súper bueno y profesional las entradas como las cric ships ( cocodrilo con patacones) excelentes el postre raspado inolvidable hecho con hielo de coco súper rico el pollo jerk con arroz con coco y el purés de pixbae excelente el arroz chaufa de Darién excelente el arroz con leche todo súper bueno full recomendado y el capitán del restaurante súper atento.