Maito

De las distintas ocasiones que hemos estado en este ya tradicional restaurante, no logramos darle las 5 estrellas, nos seguimos quedando en 4, pues siempre hay algún plato que se queda corto frente a los demás. En esta ocasión ordenamos como entrada cochinita pibil envuelta en una tortilla panameña, de masa crocante y gusto exquisito. Entre los principales, salmón, bueno de sabor, pero no lo suficientemente jugoso; para este plato pedimos que cambiaran el el acompañamiento por ensalada y entonces sirvieron el filete del pescado solo en un gran plato, fallando en la presentación. El otro plato fueron calamares con risotto negro, en el cual los calamares estaban en su punto perfecto de cocción, así como las vieras al lado que lo acompañaban, y el risotto muy gustoso y con la consistencia adecuada.

ame este lugar. todo es maravilloso. nos atendió Daniel quien nos explicó cada plato y nos hizo recomendaciones excepcionales, se nota que le apasiona su trabajo. las dos entradas que pedimos deliciosa el ceviche a otro nivel. el pescado afro el mejor pescado de mi vida. los cócteles deliciosos. el postre de fresa divino, una experiencia única, entre texturas y sabores, explosión de sabores en el paladar. bien ganado su puestos como uno de los mejores restaurantes del mundo. y me encanto que trabajen con producto local, resaltando lo panameño. este restaurante es un imperdible en panama.

Excelente la calidad, las entradas, platos fuertes… recomiendo la pesca del pacifico, las entradas carimañola de pulpo. En ambiente prefiero adentro, afuera mucha humedad

El Servicio estuvo medio lento, pero aceptable. La comida rica, al igual que el picante. El lugar super agradable para hablar tener buena compañía. La comida muy rica.

Es la segunda vez que visito el restaurante y no defrauda aunque tampoco es espectacular. Probé de entrada la cochinita pibil, pulpo al coco, ensalada de kale, pork belly y chow mein con pato; el primero y último lo mejor. Porciones normales para el precio. Recomiendo pedir varias cosas para compartir. El postre de tres leches, delicioso. La mesa estaba en la parte interior y la decoración y ambiente muy sobria, pusieron algo de música cuando llevábamos algo de tiempo en el lugar. El servicio atento al principio y después nadie aparecía para poder pedir la cuenta, una persona tuvo que parase a pedirla. Saludos.