Paladar Negro

Visitamos por primera vez este restaurante y tuvimos muy buena experiencia. El servicio del personal fue muy atento. Probamos 3 tipos de cortes de carne (New York, Entraña y Vacío) y todos estuvieron excelentes. Vienen acompañados de guarnición. Acompañamos con entrada de queso provoleta, que tambien estuvo muy buena. Tienen menú de vinos con varias opciones de todo rango de precios. Muy recomendable!

Un lugar acogedor en el Casco, con buenos cortes argentinos un pan de entrada cortesía de la casa y buenos vinos. Regresaremos

Muy buena comida Argentina. El Rib Eye jugoso y en su punto. Las berenjenas con un toque de menta delicioso.

Si y no! El lugar está cerca del teatro nacional, es un lugar pequeño, y agradable, en realidad es bastante íntimo, ideal para echar una buena conversación en un grupo pequeño donde la conversación sea la pauta. Punto a favor en esta ocasión las entradas, unas empanadas argentinas bastante sabrosas con chimichurri y pebre (un picado de tomate, aceite de oliva, y especies) el sabor delicioso, recién salidas del horno, híper calientes para que quemen la boca, como me gusta a mí en lo particular ! adicional como cortesía de la casa una porción de una especie de ensalada de frejoles como para dipear con pan. Para el plato fuerte pedí El bife de chorizo lo acompañé con unas papas fritas, (aquí viene el punto no tan a favor) y posiblemente sea un tema de percepción de gusto, literalmente el corte no tenía sabor alguno, talvez una especie como romero o solamente un poco de sal de mar, por lo que traté de ampliarlo con el chimichurri pero no logré integrarlo a un sabor que realmente me sea agradable. Igual creo que vale la pena darle una segunda oportunidad talvez con otro corte. El postre fue un crepé de dulce de leche (arequipe) que estaba bien, solo que si fuera yo le agregaría algún elemento fresco algo como un culis de fresa o algo sencillo como algo para refrescar el sabor como una sencilla bola de helado.

El personal muy esmerado y atento pero la comida estaba un poco simple. Lo que debía estar caliente estaba frío y lo frío caliente (Ejem. las cervezas).