Tenía una expectativa más alta del lugar, sobretodo de la comida, ya que me llamaba la atención su nombre steak House and wine bar. Al tener el menú en mano me pareció que lo principal eran las hamburguesas, y de hecho así me lo confirmó el mesero que nos atendió, quien me pareció que estaba muy ducho en los platillos del restaurante.
Pedimos de entrada el chily con carne, que está bueno pero nada memorable.
Mi interés de plato fuerte estaba en las carnes de res, pero los precios me parecieron fuera de lo que estoy acostumbrado a ver en restaurantes incluso especializados en únicamente carnes de res.
Finalmente y en contra de mi voluntad quedé pidiendo una Hamburguesa con carne angus que me parecía la hamburguesa top del menú, pero creo que al chef se le olvidó salpimentar la carne.
En cuanto precios como ya dije, el menú era como un campo minado. De tomar compre una botella de vino tinto, de las más económicas y de la cuál no terminé teniendo quejas.
El ambiente del lugar fue a mi gusto lo más sobresaliente, con paredes forradas de botellas de vino, con luces tenues y algo romántico.
Creo que los propietarios del lugar podrían sacar mucho más provecho de su excelente ambiente, acompañando al mismo con un menú especializado en comida más , sin las hamburguesas y equilibrando los precios.
