La Locanda (Obarrio)

El servicio al cliente fue excelente y muy rápido, apropiado para un almuerzo de trabajo con poco tiempo. La comida fue de alto nivel, las pastas son frescas y de gusto suave

Fuimos para almuerzo, el lugar es muy agradable mucho espacio interno. No es un restaurante ostentoso, sino mas enfocado a la comida. Probamos filete de corvina al ajillo y pasta al aglio oleo, pasta al dente muy bien, filete bien cocido. Es una buen opción para ir con cliente, no es ruidoso, no esta cogestionado, servicio rápido. fuimos 7 personas y no hubo queja.

Excelente toda la comida !! La atención no fue muy rápida pero entendemos que era domingo y estaba lleno , las bebidas muy buenas y es un ambiente muy familiar

Muy buena la comida , la atención le falta mas rapidez , no saben manejar grupos grandes , deben colocar a personas con más experiencia para familias o eventos como cumpleaños o reuniones , el ambientes de los salones muy frío , debes de poner alguna música de fondo , por lo demás la comida muy buena

Fui con mi pareja en sábado al mediodía. Me gustan las pizzas del restaurante y normalmente pido la locanda pero pido que me cambien el jamón (que es de puerco) por pollo, normalmente lo han hecho, pero en esta ocasión aparentemente el cocinero (con respeto pero no puedo llamarlo chef por su actitud, o al menos eso fue lo que me dijo la mesera que nos atendió) no estaba de humor para hacer el sencillo cambio que habitualmente solicito, así que la mesera tuvo que ponerse creativa y ofrecerme una combinación que pudiese dar como resultado lo que yo podría estar esperando (le quedó bien el invento). Comento esto porque los restaurante no solo deben caracterizarse por tener buena comida, con buena calidad y un equilibrio de precio-plato; sino también en el cuidado de sus clientes y si no es una exigencia que pueda salir de toda lógica o contexto, satisfacerlos hace que se cree lealtad y corran la voz de que es un restaurante que realmente se preocupa por sus clientes/comensales. Ojo... A los dueños... Que cuiden esos pequeños grandes detalles!