Cerro Brujo

Comida del huerto a la mesa. Los ingredientes de los platos son de primera y súper frescos. Ven sin prisa a deleitar tu paladar. Todo muy rico. Altamente recomendado.

Un lugar pequeño y acogedor, con platos exquisitos, es perfecto para venir en familia o con amigos, para disfrutar de esta comida de una gran chef!!

Este restaurante es una joya. La chef es una de las mejor preparadas del país, y sus platos son exquisitos. El servicio es un poco lento, pero al ser tratados como si estuvieran en casa de la chef, los comensales que conocemos la experiencia no vamos con ningún apuro. Durante nuestra última visita, nuestros hijos pidieron el pollo con salsa de chocolate, que realmente es un mole como los mejores que hemos probado en México. Recomiendo confiar su paladar al menú del restaurante a cualquiera que visite por primera vez, y le garantizo que saldrá sorprendido.

Calificación mixta. No fue lo que esperábamos. Fuimos un día feriado, con reservación. Estaba totalmente lleno. El servicio: la gente es muy amable, pero no estaban organizados para atender a todas las personas. Hubo errores en los pedidos y los de la mesa de al lado se fueron enojados. Hay que ir con tiempo, dos horas como mínimo. La comida: las entradas estuvieron excelentes, crema de zapallo, ensalada y berenjena asada. Pero los platos principales, tamal vegano con ratatouille y el rib eye, fueron decepcionantes. El tamal frío y sin sabor. La masa de un tamal, es todo y si fallas ahí, pues todo está perdido. La carne sin sabor, igual, pudieron acompañarla de algún chimichurri o algo. La nuestra la sirvieron con zanahorias de colores, pero a otras mesas con papas. Pastel de zanahorias de colores, asumo que vegano, estaba rico. Como todo en la vida, a veces uno tiene un mal día.

El restaurante tiene muy poco parking, sin duda es un lugar para ir con tiempo y con la mente abierta. Llegamos a las 3 pm y nos sirvieron la comida a las 5 pm, mi esposo pidió un arroz y le trajeron pollo con vegetales porque el arroz se había acabado. Yo pedí un pollo con chocolate que venía con una guarnición de papas, pero en su lugar llegaron unos patacones, porque las papas se habían acabado 🤣 la chef es muy amable, una señora muy simpática, la salonera por su parte no es muy diestra al momento de explicar el contenido de cada plato. El lugar es bueno, es totalmente diferente, sin embargo es para comensales flexibles y que estén dispuestos a aceptar platillos que no son precisamente los que pidieron