Tastes

Invitamos a dos parejas amigas pues el ambiente siempre me ha gustado. La atención también como de costumbre estuvo excelente. Los camareros no me decepcionaron. El salmón al gill y la carne acompañada con un Malbec argentino (a buen precio) nos hicieron la noche. Restaurante tranquilo, sin el bullicio de muchos que existen en nuestra capital.

Es la tercera vez que voy a este restaurantes que para mi gusto es excelente. Me acompañaron unos amigos extranjeros a los cuales les impresionó el lobby del hotel. El día que fuimos no nos recibió la bella damita que usualmente lo atiende a uno a la llegada. Hizo falta. El servicio como las otras veces mejor no puedo ser. Los camareros amables y listos a servir. La carne estuvo en su punto, tostadita por fuera y semicocida en su interior. Los camarones estaban crujientes y frescos. La presentación elegante. Los vinos comunes y corrientes. Lo que se encuentran en el mercado con sus precios usuales en ellos no hay gangas.

Simplemente nos ha encantado. Nos dejamos guiar por las buenas críticas y no nos defraudó en absoluto. Puedo darle un 10 en presentación de platos, originalidad y sabores. Excelente calidad en los productos. Para recomendar: entrada las conchuelas escondidas (delicioso) Platos, Langosta, Atun, Cordero y Lechon. Excelente volvere

Después de visitar muchos lugares cuyo concepto es la comida servida tipo “Buffet”, he llegado a la conclusión que este es el mejor lugar para este tipo de comida. El chef es sencillamente un “genio”. Varias estaciones de carnes y guarniciones. Carnes y pastas cocinadas y servidas recién cocinadas, una buena sección de ensaladas, otra sección de panes y una generosa sección de postres de la casa que incluye helados caseros. El techo alto, la amplitud de los espacios, la decoración y la ubicación de este restaurante al frente de la piscina, le da al lugar un ambiente celestial. El servicio es muy bueno, todos se desviven por que uno se sienta bien.

It's good but does not deserve such high ratings based upon other similar but better restaurants. In my opinion the food is overly creative, is not as tasty as the name would suggest and repeats ingredients/styles too much. The overall concept is fun and creates a lot of talking points, but the food quality/value isn't there. The table bread is good, and was complimented by nice, but microscopically small, pieces of pineapple butter. We ordered starters to share: tempura scallops, mini fried eggs with cooked cured meat and potato, bruschetta with jerk chicken and manchego cheese. The scallops tempura batter was overly salty and overpowered other more subtle flavours. The eggs were overcooked and the cooked cured meat had no flavour...it should have been bacon. The jerk chicken was not "jerk" at all and had no spice. Everything sounded great on the menu but didn't live up to the expectation. Next we ordered the lamb, beef filet and shrimps. The lamb was nicely cooked and had good flavour. However it was accompanied by the same potato as the mini egg starter and did not have the sweet flavouring promised by the menu. The beef was very nice and well cooked. Unfortunately it came with the same tempura as the scallops, and surrounded mashed potato. Also, the beef came with the same cooked cured meat. The shrimps were big and nicely cooked but lacked flavour. Other than the actual meats, the best part of this course were the frozen 'shots' that accompanied the food. These tasted great (especially the Bloody Mary one with the beef) and set in dry ice so when water was poured on them it was like a science experiment on the table. This was good fun and promoted much picture taking. The location of the restaurant is not great. You are just off the hotel lobby at the back, so it didn't feel special at all. Overall I would say its worth going once for the "flair/show" and experience of how the food is presented but not worth returning for the food as its not that "Tasty"....