Saril Kitchen And Lounge

Acaban de cambiar la carta, y el nuevo chef tiene una propuesta súper interesante. Probe el pollo con raviolis rellenos de maiz nuevo y quedo prensado y estaba riquísimo. Pero debo confesar que mi favorito fue el ceviche con sorbeto de mango y maracuya, que delicia y super fresquito

Fui a comer al mediodía y tienen un menú de tres pasos muy apropiado a un precio muy conveniente. De entrada hay sopa y una barra con ensaladas varias. De plato fuerte hay para seleccionar una serie de platos simples pero muy bien preparados. Muy sabrosa la pesca del día con su acompañamiento de cama de yuca, y la entraña muy sabrosa, con un toque especial en el adobo. De postre, un dúo de brownie con un flan pequeño. Tamaño justo. Pedimos café para cerrar y estaba de primera. Usan café Illy y eso se nota. La atención fue excelente y el ambiente tranquilo y agradable. Perfecto para un almuerzo ejecutivo.

La comida es muy buena, la atención es esmerda, la comida tiene un toque panameño pero se nota que es elaborada. El chef incluso salio a saludar y explicar su concepto de comida, un hombre joven y se nota apasionado por la cocina panameño 🙌🏻. Recomendado

el filete a lo panameño muy bueno.buenas porciones.el servicio atento y hay variedad.si regresaría .ni hubo problemas con el estacionamiento esta en el meridien

Fui a este restaurante para un evento de coctelería, que por cierto fue un fiasco total. Para amenizar la velada, pedí tres entradas, y ninguna fue de mi agrado. La primera fue una causa de plátano con chorizo tableño. realmente decepcionante. Una causa es una construcción muy elaborada de varias capas de elementos cuidadosamente colocados uno sobre otro. Tú no le puedes llamar causa a tres pedazos de plátano hervido con un picadillo de chorizo desparramado por encima, que fue lo que me sirvieron. El tartare de salmón con mango tampoco estuvo bueno, lo único que se sentía era el sabor abrumador de las lascas de mango en vinagre, reminiscente de la ensalada de mango de los kioskitos de escuela, y el salmón y el corcante de otoe se perdían completamente entre tanta acidez. Lo más triste fue una cazuela supuestamente de hongos portobelo con queso de cabra y tomate que resultó ser literalmente un puñado de tomates secos rehidratados con un par de lascas de hongos y una mezquina cucharadita de queso por encima. Obviamente ante esta desproporción, no había ningún balance entre los sabores.Los tomates secos son ingredientes que usan para intensificar salsas, ensaladas o pastas, no es algo de lo que uno se puede comer un bocado entero y disfrutarlo. En general todo me pareció súper amateur. No creo que volvería para probar los platos fuertes basado en esta experiencia tan mediocre.