Mar de Grau

Comienzo por el estacionamiento el cual encontré escazo. El lugar no posee una decoración lujosa pero proporciona la comodidad necesaria para comer bien. Los camareros son atentos y son guiados constantemente por su dueño quien está tras bastidores dando órdenes precisas a su batallón. El salmón llegó con una salsa exquisita a pesar de no ser un plato peruano (motivo principal de este restaurante). El filete con camarones estuvo en su punto y bien logrado. Los vinos tienen el precio usual del mercado. Volveré.

El ceviche de corvina no es como me lo imagine. El chicharrón de pulpo está bien bueno. Sirven generosamente. Ordenar un té al final de la cena es un must! Tienen ricas yerbas y se prepara a través de infusión.

Buen restaurante magnifica comida y un servicio espectacular. Normalmente esta vació la comida sale súper parido. Solo que no hay mucho parking.

Buen sitio para degustar platos variados. Las carnes y los mariscos con buena cocción y las salsas que los acompañan son muy bien balanceadas. Las porciones son generosas para las cenas. La atención estuvo muy bien. Pocos estacionamientos por el área.

Me encantó la comida de Mar de Grau: fresca, abundante, con buen punto de condimento y muy, muy sabrosa. El servicio bueno, mas no excepcional. El lugar tampoco ganaría ningún concurso de decoración, pero esa, al fin y al cabo, no es la razón principal para visitarlo. Precios muy accesibles. Poco parking. Lo recomiendo.