Izakaya Kabuki

si quieres comer en Japón sin tener que salir de Panamá, te recomiendo este restaurante. toma en cuenta que se dan el tiempo de darte un gran experiencia porque no puedes reservar (y entiendo porque la gente a veces no llega) y adicional toca a veces formar fila para entrar. pero la comida es de calidad, deliciosa, fresca. totalmente recomendable por dia el menú puede variar por lo que te recomiendo una llamadita antes para estar enteresados

El lugar es pequeño y acogedor. No me gusto mucho la comida ya que las brochetas me lo daban medio quemado y le faltaban algo de sabor igual al pollo frito. Cuando fui no tenían mucha variedad que ofrecer ya que dice que estaba agotado.

El restaurant esta un poco escondido en el 2do piso de lo que parece una casa. El interior es muy agradable decorada al mas tradicional estilo de Izakaya (Bar) Japones. Los Yakitori (Pinchos de pollo) estan muuuy buenos con autentico sabor a los Yakitori de Japon (La especialidad del local es el pollo). El concepto del local es bar con platos para picar aunque tienen uno que otro plato fuerte como el Oyakodon (Bowl de arroz con huevo y pollo) para el que quiera ir solo a comer. Tienen un pequeño estacionamiento al fondo del local. 100% Recomendado

Este es mi nuevo restaurante favorito. Cuando llegas al local literalmente sientes que te transportas a un lugar totalmente diferente y que ya no estás en Vía Argentina. Lo primero que percibes es la atención cálida de los dueños, quienes te reciben y te indican donde sentarte. El lugar realmente te transporta a Japón. A veces tienen cosas que no aparecen en el menú, entonces sería ideal que pregunten cuáles son los especiales del día. Todo está riquísimo, fresco y a excelentes precios. Es lo único que tengo para decir.

Es un restaurante japonés que se sale del tópico del sushi. Este restaurante está especializado en pollo frito (karaage) La ambientación está muy bien. Todo en acabado de madera y muy al estilo de los bares japoneses. La atención fue muy buena. Son amables y atentos. Pedimos unos yakitoris de molleja, puerco, champiñones y pechuga de pollo. Todo muy rico. También pedimos unas alitas de pollo karaage. Son fritas y tienen un rebozado. Estaban deliciosas, no se sienten nada grasosas y estaban perfectamente condimentadas. Un lugar altamente recomendable y al que sin duda volveré