Francis Rasenna

Quedé con un mal sabor de boca (en sentido figurado). Creo que las porciones son demasiado pequeñas para lo que uno paga. Dos entradas, dos platos de pasta, una copa de vino y una bebida no alcohólica pagando $ 100 + propina es demasiado. Las entradas estaban más ricas que la pasta, y eso es mucho decir considerando que esto es un "pasta lab". No es posible que uno salga con hambre de un restaurante después de pedir todo eso y pagar el precio antes mencionado. Genuinamente creo que es un scam. El lugar bonito, tranquilo, sobrio y la atención muy buena pero me daría vergüenza tener un local donde mis comensales paguen más de 100 dólares y salgan con hambre.

El ambiente del restaurante es muy agradable. Los meseros muy atentos y la comida estaba buena principalmente el tiramisú. No tienen un menú tan amplio pero las opciones son buenas si les gusta la pasta

Estamos listos para volver. Excelente atención sobre todo porque explican cada duda sobre el menú y bebidas, realizan recomendaciones y vaya que son acertadas. Sabor exquisito desde las entradas, los platos principales hasta los postres. Definitivamente recomiendo Francis Rasenna

Si hay un lugar donde la buena comida se une con la perfecta atmósfera para compartir, ese es Francis Rasenna. Desde el momento en que entras, el ambiente invita a la conversación, permitiendo disfrutar de cada plato sin interrupciones. La experiencia comienza con un gesto encantador: la Focaccia de la casa, un detalle que marca el tono de la calidad y hospitalidad del lugar. Luego, las entradas—los Arancini, Polpette y Gamberi Infernali—simplemente dejaron el listón muy alto. Sabores profundos, texturas perfectamente ejecutadas y un toque que los hace memorables. Para compartir, los platos principales son una celebración de la auténtica cocina italiana casera. El Bucatini, Gricia, el Risotto de Osobuco y la Tagliata di Manzo son una muestra del talento de la cocina del restaurante, donde cada bocado resalta la tradición y el cuidado por los ingredientes. El servicio, como siempre, está por encima de lo esperado, manteniendo la experiencia sin fallas y añadiendo ese toque especial de atención que hace que cada visita sea única. Francis Rasenna no solo ofrece la mejor pasta y comida italiana casera, sino que también se convierte en un espacio donde cada cena se transforma en un momento inolvidable.

La experiencia en Francis Rassenna fue excepcional. En grupo de cinco, probamos arancini, insalata caprese, polpette, tagliatelle al manzo y gamberi. Todos los platos destacaron por su equilibrio: las pastas al dente, los sabores intensos pero armoniosos, y la técnica impecable, fiel a los principios de la cocina italiana. Los ingredientes frescos fueron protagonistas: tomates madurados al sol, mozzarella de búfala cremosa, carnes de lenta cocción y hierbas aromáticas recién cosechadas. La pasta fresca, elaborada a mano con harina de trigo de calidad y huevos locales, rivaliza con las mejores de Panamá,. El ambiente, con luces tenues y decoración que combina modernidad y detalles rústicos, complementa una propuesta gastronómica que respeta el terroir italiano.