Caleta

Siempre es un placer visitar este sitio, la atención, el ambiente pero sobre todo la comida siempre genial, espero poder volver

Celebramos mi novia y yo un mes más juntos y nuestro primer mes como comprometidos en el restaurante Caleta, dentro del hermoso hotel Sofitel en Casco Viejo, y no pudimos haber elegido un mejor lugar. Desde que llegamos, todo fue una experiencia encantadora: el diseño del hotel y del restaurante es elegante y acogedor, con una atmósfera íntima ideal para una ocasión especial. El servicio fue impecable, en especial de parte de nuestro mesero Eduardo, quien fue sumamente respetuoso, atento y conocedor del menú. Nos explicó cada plato con detalle, nos ofreció recomendaciones acertadas y estuvo pendiente de nosotros sin ser invasivo. La comida estuvo deliciosa, con sabores bien balanceados, ni muy fuertes ni muy suaves, y una presentación cuidada que demuestra atención al detalle. No hubo largas esperas entre platos, lo cual también se agradece mucho. Los precios fueron razonables para la calidad ofrecida. La música suave y la iluminación tenue ayudaron a crear un ambiente romántico, perfecto para celebrar un momento tan especial para nosotros. Sin duda volveríamos con mucho gusto.

Este restaurante es la joya de Casco Viejo, es una experiencia exótica y deliciosa. Simplemente Waouuuu! Todo estaba exquisito, cada plato subía la intensidad de sabor, el ambiente y la atención, maravilloso.

La experiencia en el restaurante fue buena en términos generales. Los sabores estaban bien logrados y los platos bien presentados. Sin embargo, considerando la alta expectativa que llevaba, sentí que la experiencia gastronómica se quedó un poco corta respecto a lo que imaginaba, a excepción de los postres que estuvieron deliciosos. Además, una música ambiental suave no habría estado de más para darle un toque más acogedor.

Excelente calidad de comida. Servicio agradable y con buen conocimiento de ingredientes y preparaciones. Recomendado para familias o grupo de amigos