Tuvimos una mala experiencia gastronómica y, suponiendo correctamente, al final supimos que el chef de cabecera no se encontraba. Como sugerencia al restaurante, es mejor decir que ciertos platillos no están disponibles, que jugarse la imagen ofreciendo platos mal preparados.
Como entrada, el pulpo a la gallega, estaba pasado de cocción, y no tenía un ingrediente fundamental de la preparación a la gallega, como lo es la sal gruesa; lo debimos haber devuelto, pero no lo hicimos, esperando que los siguientes platillos mejoraran. La siguiente entrada era tartar de atún, que estaba bueno.
Entre los principales, una corvina a la vasca, que estaba muy gustosa. El siguiente plato fueron unos langostinos a la thermidor, en los cuales la thermidor era de muy mala calidad; esta salsa tiene como base una bechamel que se mantiene fundida, pero, en cambio, la base de la que nos sirvieron era queso mozzarella, que rápidamente se cuajó, dañando el platillo entero.
Devolvimos los vegetales salteados porque en realidad eran hervidos; no los pudieron componer, quedaron muy lejos del gusto y textura del salteado.
Nos ofrecieron un pequeño descuento por los inconvenientes, que no compensa la experiencia.