Al entrar al lugar nos recibieron muy amablemente. La decoración, el estilo y el ambiente estaban excelentes. Tuvimos varios camareros atendiéndonos y creo que esta fue la razón de varias confusiones- al inicio nos trajeron una botella de vino que no habíamos ordenado y luego a mi amiga le trajeron un plato que no había pedido...por la larga espera decidimos no pedir el cambio.
El lugar estaba bastante ocupado ese día, entiendo que de ahí pudo surgir bastante confusión. Sin embargo, de entrada habíamos ordenado unos dumplings- no fueron nada especial y unos emparedados de philly steaks con salsa de trufas. Estos últimos estuvieron excelentes- lo único que sí sugeriría es cambiarles el pan, ya que se pierde lo delicioso del plato con un pan flauta en lugar de baguette, por ejemplo. De plato fuerte pedimos un Rib Eye (hay dos- uno en salsa, y otro en salsa aparte, hace falta prestarle atención ya que a mi amiga se lo confundieron), y 3 Platos de Atún con Berro. El atún no nos gustó, estaba duro, pero la salsa en la que venía junto con el berro estuvo bastante bien.
De postre pedimos un fondue de chocolate y helado de vainilla- El helado de vainilla era mínimo, creo que ni media cuchara.
En fin, quizás hay que ir en días de semana o cuando no está tan ocupado el lugar...No nos ha dejado una buena primera impresión.
