Hay que reservar antes de ir porque es bastante concurrido. Los nachos de brisket son una locura, aunque me gustaría que fueran un poco más grandes. No podía quitarme el smoky del brisket de la mente y pedí un emparedado con coleslaw, delicioso. El sandwich de pollo también estuvo rico, pero la bbq que dejan en la mesa para que uno utilice fue lo que le dió el kick.

No sé porqué nunca había hecho una reserva de Taphouse Salvaje, me encanta este lugar! Las cervezas artesanales son de las mejores que he probado, la Portes es mi favorita y es una delicia. Las hamburguesas son grandes y deliciosas, las quesadillas también son una delicia. Por último, el ambiente es genial, tienen rock para el alma y uno la pasa de maravillas, ya sea si solo te sientas a pasar el rato o juegas billar mientras.

Me parece que es un lugar nuevo, tiene buena ubicación y si corres con suerte, puedes estacionar justo al lado. Tienen promociones de 2x1 y la comida tiene buen sabor. Otra cosa que es un súper éxito es que el descuento que tienen andando cubre hasta las bebidas, alcohólicas o no.

Fácil de encontrar en las terrazas, el ceviche estuvo delicioso y los chips de plátano son otro éxito. Mi plato de pulpo al curry, que en realidad es como una salsa de ají estuvo casi perfecto, casi porque llegó medio frío pero cocido bien y el sabor genial. Mi amiga probó el pescado y dice que estuvo muy rico, era enorme también.

Debo empezar diciendo que fui con un grupo familiar grande, el lugar es pequeño, es decir que no hay mucho espacio para estar. La atención fue mixta, una de las meseras era bastante atenta y amable, la otra en cambio tenía un pequeño problema de actitud y su descontento se notaba en su cara. Los nachos de entrada estuvieron bien, de plato fuerte probé el especial Frida, pollo dentro de una piña, a mi gusto personal el pollo no tenía sazón, la misma salsa estaba OK y era más decoración que otra cosa, francamente. Probaron también en la mesa el risotto y el mismo comentario, le faltó sabor; por último, las cervezas son de lata y la que tocó a mi tenía ese sabor de que se calentó y luego enfrió. En fin, el lugar es bonito porque se enfocaron bastante en la estética pero por comida, hay otras opciones que son mejor y menos costosas.

Me habían comentado de este lugar y no había tenido la oportunidad de ir. Finalmente lo logré y me arrepiento de no haber ido antes, de los mejores ramen que he comido en Panamá, el sabor del caldo, los fideos, todo me gustó y es una porción grande. Yo pedí el Chasyu ramen, que es con lonjas de puerco y mi amigo pidió el Mara Spicy Beef ramen, que estaba muy picante para mi pero la carne es de las más suaves que he probado. También probamos el katsudon, el que amé porque tengo una fijación con el puerco apanado y yo tomé un latte frío de taro. El lugar está en una plaza con muchos estacionamientos y es fácil de llegar, volveré a probar otras cosas del menú sin duda.

Nunca había pasado a este lugar, tenía curiosidad pues fue un boom cuando abrió, es realmente pequeño asi que es ideal solo ordenar y luego comer en alguna banquita del Casco, los crepes son bastante grandes y es curioso el proceso del helado en rollitos.

Veramar es un clásico en Veracruz, yo tenía mucho tiempo sin ir, es grande y puedes ver bastante paisaje. La comida está bien, de repente sería bueno que la llevaran a la mesa apenas sale pues algunas cosas llegaron frías y algunos patacones duros (les faltaba cocción). Lo que si deja muchísimo que desear es la atención, pero de nuevo, es un clásico con mala atención y la gente sigue yendo, entonces...

Amé el concepto de poder cocinar tu propia comida en los caldos de tu elección (buffet), tienen una selección enorme de comida en el menú, desde carnes, pollo, mariscos, pastas, vegetales, etc y el tiempo que te dan de dos horas es más que suficiente para quedar súper satisfecho. La atención es muy buena y el "salsa bar" que tienen para que hagas tu propia mezcla de salsas y puedas disfrutar tu comida es excelente, volveré.

Había leído muchos comentarios positivos de este restaurante y decidimos ir, después de sentados nos trajeron el menú y básicamente siempre tuvimos que llamar al mesero durante toda la noche, se entendía que el lugar estaba lleno, ninguna mesa disponible pero la atención dejó mucho que desear. De entrada pedimos unas croquetas, que pudieron estar mejores. En la mesa se ordenó una tataki burger, un rollo y un pescado blanco con salsa de maní, lo primero que diré es que los platos se ven MUCHO más grande en las fotos que aparecen en el menú, las porciones a mi parecer son pequeñitas, la hamburguesa era como tamaño entrada y el pescado también era chiquito, lo más grande fue el rollo, al final queríamos probar también el arroz chaufa pero cuando preguntamos nos informaron que los platos estaban saliendo en 50-60 minutos, entonces dejamos la cena así. Lo mejor de la noche, los gin, la ensalada xr aguacate que acompañaba el pescado y el postre.