Fincas & Estancias

Bonito restaurante con ambiente agradable, llegamos algo tarde, por lo cual solo estaba disponible el menú de las pizzas. Pedimos una de pepperoni y estaba buena. Esperamos regresar pronto para probar las carnes.

Este restaurante está ubicado en una de las calles principales del pueblo en Isla Colón. Iniciemos con la comida: bastante buena aunque no vi en el menú tantas opciones de carne como esperaba. Pedimos el filete a la pimienta que estaba muy rico. El puré de zapallo…especial. A mi hija le encantó. A mi me pareció bueno a pesar que no soy fanática de la calabaza. El espagueti con camarones se veía muy bien. A mi otra acompañante le encantó. El postre no nos impresionó. Un pedazo de dulce de chocolate de caja y un helado común pero considerando lo alejado de la ciudad, fue un buen intento para cerrar con algo dulce. Al servicio le pongo pocas estrellas porque a pesar de ser en un momento la única mesa ocupada, no estaban pendiente si necesitábamos algo: agua, servilletas, etc. Teníamos que llamarles insistentemente. Ambiente hermoso estilo hacienda pero el estéreo era un estruendo. No iba con el ambiente. Tuve que llamar al mesero y pedirle que bajara el rock en español porque no podíamos conversar. ¿Que si regresaría? Quizás solo por el buen filete y el ambiente dentro del restaurante. Se reconoce que están intentando. Solo deben atender pequeños detalles que definen la experiencia culinaria.

Una pareja de argentinos ha remodelado con muy buen gusto este sitio: maderas mate, hierro, barriles de madera, un bar que da a la calle, mesas en la acera, dentro un lounge con abanicos, un nevera con embutidos y quesos y una cava de vinos. Carnes, pizzas, quesos, embutidos y vinos. Todo bien. Escucha lo que te voy a decir: imperdible la torta de chocolate con helado de vainilla, nueces y mermelada. Una mesera argentina y un waitee bocatoreño nos atendieron muy bien. El dueño atento a todos los detalles. Bravo!

Bueno, el restaurante está bien ubicado, tiene dos chicos que hacen que la visita sea muy pero muy amena. Hablan y nos guían para ir a conocer y visitar. Respecto a la comida creo que se esmeran muy poco como para hacer de su comida algo inolvidable. Pedí un pollo a la plancha con ensalada, el pollo era una porción pequeña repleto de pimienta y la ensalada eran un par de tomates cherri partidos a la mitad con un poco de cebolla morada sin curtir ni pringarse y un poco de vinagre balsámico. El arroz realmente estaba muy rico pues parecía, tenía un poco de nampla con hierbabuena. Mi esposa pidió una pasta a la rueda, la pasta venía con muy poca cantidad de tocineta, poca sal, sin sabor y realmente muy incipida, en cocina poco se esmeran en cocinar para nosotros.

Los cortes de carnes son muy buenos sobre todos los importados de argentina, el dueño es argentino y proviene de una familia de ganaderos por lo cual los cortes servidos en su restaurante son excelentes, recomiendo el corte angus 100% importado de argentina y de postre el flam o el helado con brownie.