El restaurante tiene una excelente carta y atención. El postre de chocolate que ofrecen es formidable y se hace agua la boca. La decoración del restaurante pudiera modificarse para hacerlo mas romántico e intimo.
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Excelentes Vinos y Carnes, sigue sintiendose el ambiente de hotel lo que le resta un poco de calidez pero es sin duda un lugar donde no importa lo que pidas vas a comer muy bien. De nuestros platos se lucieron con la carne la cual hicieron en su termino indicado y la atención es de primera.
Después de unas horas catando diversos vinos y para evitar la fila del valet-parking, decidimos pasar a tomarnos una sopa al restaurante Tastes. La decoración es espectacular y la atención buenísima, hacía tiempo que no me atendían tan bien en un restaurante. En fin, pedimos sancocho y crema de calabaza. Resulta que el sancocho no es el típico sancocho que te encuentras en cualquier otro sitio, qué va! A nuestro sancocho, el Chef Raúl Vaquerizo, ha decidido darle un lavado de cara y hacerlo "Gourmet", con lo que el camarero nos explicó que sobre una cama de ñame encontraríamos un rollito de arros (no recuerdo en qué iba envuelto), pollo rallado y fideos de culantro, esto viene en un plato enorme sin más nada, lo que en principio te desconcierta, pero después viene otro camarero con un sifón y vierte la "espuma de sancocho", queda monísimo! Posteriormente viene otro camarero con una jarrita y vierte el caldo del sancocho. A todo esto ya estás sintiendo el olor de sancocho aunque tus ojos te dicen que eso no es el típico sancocho! La espuma y el caldo se mezclan con el resto de ingredientes y zás! cuchara al canto. Con la primera cucharada tienes la espectativad de si sabrá como huele, si será realmente el sabor del sancocho que esperas, con lo que te llevas esa primera cucharada a la boca.....lo degustas y wao!! De gourmet tiene la presentación porque el sabor es el que esperas de un sancocho de verdad! Aunque para seros sincera, extrañé la presa de pollo =) En definitiva, si quieres probar un sancocho diferente, este es 100% recomendado!!! Según tengo entendido la crema de calabaza también está espectacular.
Este restaurante me llamo la atención, por los comentarios leídos. La cocina es de autor, lo cual de plano me pareció interesante y me me llamo la atención, el ambiente es agradable, buen servicio (solo que por favor no se vuelvan como en Estados Unidos, de preguntar a cada rato al cliente de que como esta la comida, que si esta bien, que si TODO esta bien...se vuelve demasiado empalagoso) me gusto la presentación de los platos, se nota el esmero, en lo personal, me gusto mucho lo que pedí: papas con costilla y langosta como plato principal, en la mesa también se pidió el pollito y el tartar de salmón, el pollito no fue extraordinario, buena presentación pero en sabor fue un pollo común y corriente, el tartar si estuvo bueno. Deberían aumentar un poco la cantidad de las porciones o disminuir un poco el precio, no por comparar pero en otros restaurantes similares en calidad/precio las porciones son un poco mas generosas. Me gustaría también sugerirles que incrementen las opciones en postres, por opciones que no lleven lácteos.
El restaurante ofrece una interpretación de autor de los sabores en la mesa panameña, desde el servicio de pan al plato de quesos. El mejor plato de la noche fueron los huevos fritos, de codorniz, con papas trufadas (imperceptible el aroma de trufa), crujiente de jamón serrano y arúgula; sencillo y sabroso. Me sorprendió la buena mezcla que hacen la crema de puerro y el caldo concentrado de langostino que acompañan el lechón, que ojalá hubiera estado más jugoso para contribuir con sus jugos. El plato de quesos "cabra y país" (queso cabra cremoso y tierno del país) era vistoso, conceptualmente interesante, pero sin la intensidad de sabores que busco para cerrar una comida. El peor plato fue el pato en carpaccio; curado en casa, hubiera esperado más tiempo de curación para una mayor concentración de sabor, necesaria en vistas del crouton con polvo de paprika que acompañaba y terminaba cubriendo todo lo demás (incluyendo unas gotas esferificadas de nance de las que no esperaba gran cosa y estuvieron acordes a las expectativas). El servicio fue atento, el salonero principal demostró conocimiento del menú y sus platos, los asistentes no tanto. El vino de la noche fue un Enate Reserva 2004, DO Somontano. Correcto servicio del vino.
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