Puntarenas

Uno de nuestros restaurantes favoritos de comida peruana, tanto por su oferta gastronómica, como por su ubicación, disponibilidad de estacionamientos, atención y ambiente. En esta ocasión fuimos un grupo grande, de 11 comensales, en el marco de una celebración de cumpleaños y pedimos de todo: anticuchos, jalea mixta, arroz chaufa, tacu-tacu norteño, picante de mariscos, pescado a lo macho, pescado en salsa de champiñones, lomito saltado, tallarines saltados y timbal de langostinos.

Invitamos a unos amigos a cenar esta noche, quienes querían comer mariscos, y nuestra escogencia para la noche fue Puntarenas. De entrada pedimos unos anticuchos y la jalea mixta. Los platos fuertes fueron ceviche, parihuela, langostinos, pulpo y corvina. La comida estuvo excelente. De postre pedimos los picarones - siempre una buena elección en este restaurante - y un suspiro limeño, que no estaba malo pero un tanto aguadito. El servicio estuvo atento como siempre, aún cuando el local estaba bastante concurrido.

Volvimos a Puntarenas luego de cierto tiempo. La comida sigue siendo excelente, al igual que el servicio. Llevamos en es ocasión a unos amigos que estaban de visita del extranjero, quienes quedaron muy satisfechos con el restaurante. Pedimos de entrada unos anticuchos y la jalea de mariscos. De platos fuertes ordenamos el chaufa ee mariscos, ceviche de pescados, pargo entero, pescado gratinado, fetuccine de langostinos y de mariscos. De postre nos de decidimos por los picarones y el helado frito; en este último la capa pudo haber estado más crocante. En general, excelente la experiencia. Muy recomendado.

Mi segunda visita a Puntarenas - uno de mis restaurantes peruanos preferidos. En esta ocasión pedimos un tacu tacu criollo y un picante de mariscos, ambos platos excelentes. La atención se mantiene en altos estándares y el ambiente de casona grande con varios rincones me encanta. Tienen amplio estacionamiento y wifi.

Excelente menú de comida peruana sobretodo mariscos. Gran variedad de entradas y platos fuertes. Pedimos anticuchos y la jalea de mariscos como entradas - tienen tanta variedad qye difícil decidirse. De plato fuerte pedimos Rio Puntarenas, que es un filete de pescado gratinado relleno de champiñones y camarones; un pescado a lo macho, con un toque de picante, aunque le agregué más pues me encanta el picante; y un fettucini al pesto con pechuga de pollo. El tamaño de las porciones es respetable, como para que nadie se quede con hambre. De postre pedimos las picaronas - postre típico peruano que contiene camote y zapallo, muy bueno! El otro postre que pedimos fue el helado frito - hace años que no probaba uno, y aunque este no estaba mal, me permito sugerir que la masa que recubre el helado quede más crocante. La atención fue esmerada y oportuna. Hay amplios estacionamientos a un costado del restaurante y tienen wi-fi!! Recomendado!