Pastissima (Casco Antiguo)

El lugar invita a entrar! Es pequeño por dentro, super acogedor y bonito, definitivamente el ambiente es lo mejor de este lugar. La comida nada especial, de las entradas el carpaccio fue lo único que gusto, de los platos principales la pasta con mariscos de resto nada especial. Teniendo esto en cuenta pienso que se puede ir a compartir algún vino, sangria y comer sin mayores pretensiones.

En principio debo iniciar diciendo que no nos pudimos sentar, por la falta de amabilidad del salonero. Llegamos un domingo, un grupo de 4 en bicicletas. Antes, le preguntamos al salonero si había mesa para 4, nos dijo que si que estacionaramos las bici que si había. Luego que terminamos de estacionar y ajustar. Nos dice que no tenemos mesa y que el creía que teníamos reserva. Señores, si tengo reserva no pregunto si hay mesa disponible, diría tengo una reserva para 4 y ya. Solo hay que tener sentido común para ser lógicos. Lo malo no fue eso fue la actitud déspota que tomo el joven. Hay un dicho famoso: el cliente siempre tiene la razón, les aconsejo ponerlo en práctica. Recuerden que se puede estar arriba y con esas actitudes rapidito se puede estar abajo.

De lo mejor, la comida es siempre fresca, abiertos a complacer gustos y peticiones. La atención excelente y el lugar con muy buena ubicación dentro del Casco Viejo. Es de mis restaurantes preferidos.

Me encanta la comida, la ubicación en el Casco Antiguo de la ciudad es de lo mejor, me gusta mucho y el servicio es muy bueno.

Es un buen restaurante pero por el precio esperábamos más de el. De entrada pedimos la burrata q estaba excelente. Ya los platos, no han llenado nuestras expectativas. La parmiggiana tenia la carne bastante dura y el risotto del bosque, a pesar de bueno, tenia como “arenita”, o grumos que parecian arena y hasta sonaban cuando uno masticaba. No logré terminar mi plato por la mala impresión de las arenitas. Aun asi pensamos dar una nueva oportunidad el el futuro eligiendo otros platos.