La Vespa (Area Bancaria)

La atención de los meseros fue muy buena, nos recomendaron como entrada las Brochetas mediterráneas que me parecieron buenísimas, las recomiend!, pedimos 3 platos fuertes, de los cuales dos estuvieron buenos ( Vongole y los tortelinis ) y uno no tanto (carbonara), este último puede mejorar, de postre el tiramisú muy bueno también, el cocktail con Gin puede mejorar, algo incómodos los establecimientos, el ambiente me pareció acogedor. No muy seguros de regresar.

En realidad el precio depende de cuantas cosas te antojes pedir. Recomiendo el Dip de salmón, la burrata y la pizza. Ese día nos dieron de cortesía un delicioso helado que estaba “Dios de la vida” demasiado bueno pero no recuerdo el nombre. Asi que les subí la foto para que la muestren y lo pidan porque es una cosa del mas allá.

La vespa siempre es una buena opción. Fuimos a probar las pizzas ganadoras, la Dolce Vita y la Perfume de Otoño. En particular me gustó la última por su combinación de queso gorgonzola y peras, no tiene tomate, es diferente. La pizza Dolce Vita me gustó pero no tenía aceite de trufas. Recomendación: no promocionen algo que no van a colocar. Un conocedor, reconoce el aceite de trufas a distancia. Le reclamé al mesonero y éste me respondió que tenía tanto aceite de trufas que se perdía su olor, pienso que este chico no sabe como huele el aceite de trufas como para hacer un comentario tan absurdo. Por ese motivo no le doy 5 estrellas ni a la comida ni al servicio. Adicionalmente se demoraron demasiado en traernos las pizzas. De postre pedimos el tiramisú que estuvo OK, nada espectacular. Otro de la mesa pidió el cheese cake y eso fue un insulto, en dos bocados se lo comió. Demasiado pequeña la porción.

Pedi los linguini con almejas, mejillones, pulpo y camarones. De sabor estaba excelente, pero apenas encontré pequeñísimos camarones, no encontré pulpo y un mejillón estaba roto, por lo cual en un bocado mastiqué trozos de concha de mejillón. Lamentable esa experiencia pues de sabor estaba muy bueno. De postre pedimos un tiramisú y fue decepcionante, no se sintió el Amaretto (u otro licor) ni el café. Mi compañero pidió Pasta a la Matricciana y le gustó. El servicio esmerado y el ambiente muy agradable. La vespa es una excelente opción pero deben comprender que su clientela conoce de comida italiana, y esmerarse en esos detalles.

La comida fenomenal en especial una pasta con almejas que me dejo fascinada, los anti-pasto también frescos y bien preparados. No le doy 5 estrellas porque tenían música a muy alto volumen y costaba conversar. Fuera de eso recomendado