En la Fonda

No me gustó para nada. Fui a desayunar y tardaron una eternidad en atendernos y otra en que recibieramos la comida, que estaba muy mal hecha. Cada vez que alguien menciona que quiere ir a conocerlo, les advierto y luego me dicen que se los había advertido.

Este lugar es espectacular, el ambiente que denota las raíces panameñas es hermoso. Su comida deliciosa. Vale la pena ir y pasar un rato ameno con amistades o familia.

El establecimiento está muy bien diseñado , te sientes en el interior sin embargo la comida le daría un 3 esta rica pero no excelente y cuando se viene por primera vez es algo complicado lo del parking.

Muy bueno el lugar pero un poco estrecho porque se llena. Muy buena decoración y detalles. El Show en vivo muy bueno

Como buen interiorano siempre se me hace difícil encontrar lugares de comida nacional que me hagan sentir como "un domingo en casa de mi abuela". Ya venía escuchando del lugar hace rato y me di la vuelta con un amigo. El lugar está cool en cuanto a decoración, la atención fue rápida nos encontraron mesa afuera en la terraza. Pedí de entrada un sancocho, de plato fuerte el arroz con pollo con ensalada de papa, plátano en tentación y tamal de olla, de tomar una limonada con raspadura. Mi Review trato de hacerlo desde mi punto de vista porque sé que no todos las comidas interioranas son iguales. La entrada y el plato fuerte llegaron al mismo tiempo. Sancocho: literalmente se veía el fondo del plato, el ñame es del duro, no estaba espeso sino era como un consomé con pedacito de pollo. No sé si es que así lo hacen en otro lado, pero siempre lo comí con ñame baboso, y el sancocho espeso, con pedazos de pollo responsables y con sabor y trocitos de culantro. Arroz con pollo: me falta guiso, que se vea el colorcito, la textura estaba bien y tenía buena cantidad de pollo, pero algunos pedacitos los sentí como quemaditos. La ensalada de papá riquísima, el plátano igual de rico y el tamal delicioso. Limonada con raspadura, algo le faltaba... En general mala no es, pero el sabor ese interiorano no lo sentí.