El Invernadero

La vibra de lugar escondido nos encantó desde que llegamos. Ese ambiente de luces tenues crea un mood romántico, un poquito misterioso, y súper acogedor. El concepto de invernadero juega con la idea de plantas y naturaleza, haciendo que la experiencia se sienta diferente desde el inicio. Las papas con parmesano y truffle son un must absoluto: crujientes, llenas de sabor y de esas que uno no quiere compartir. Los nachos estaban deliciosos, y la trilogia invernadero tres mini hamburguesas cada una diferente a la otra bastante buenas pero muy comercial. De postre pedimos un helado con brownie que parecía una macetita super delicioso. Un spot perfecto para ir a descubrir, comer rico y dejarse sorprender.

El ambiente es agradable, si el local está vacío El volumen de la música puede incomodar. Sin embargo, la atención es muy buena, el sabor de la comida es bueno y los precios están OK. El pollo está jugoso.

Es un lugar pequeño con todo el ambiente de speakeasy. El menú tiene todo tiempo de opciones y los precios y porciones me parecen accesibles, los helados son ricos y la cockteleria está bien. En general me parece un buen sitio.

Tiene un ambiente agradable y relax. Los meseros muy atentos y la comida la recibes en presentaciones y sabores no tradicionales. La cereza del pastel es que a la salida, haces una pausa en GUT y cierras la visita con helado y fotos.

Este restaurante tiene todo lo que necesitas: Ambiente acogedor, buena música, servicio de excelencia y las comidas y bebidas a un nivel superlativo. El menú es muy variado y novedoso desde las entradas hasta los postres. Para mi gusto, le hace falta un par de opciones de proteínas y carbs. El salmón sobre puré es todo un espectáculo y las hamburguesas son super jugosas y con gran sabor en cada mordida. El helado que puedes armar es el mejor que me he comido. La entrada secreta al local es la cereza sobre el helado. 1000% recomendado!!!