Tienen gran variedad de platos, todos muy auténticos. Pedimos el arroz con comino, pollo tikka masala y el pollo korma, ambos muy ricos (pedidos bajos de picante). Las samosas de vegetales, gorditas de relleno húmedo y sabroso, estuvieron mucho mejor que las de pollo, que estaban demasiado crocantes y con mucha masa. Las salsas de tamarindo y menta que acompañan las samosas son tan buenas que vale la pena guardarlas en la mesa para echárselas al arroz y complementar los otros platos!! El naan de cebollas fue muy buena alternativa al naan simple (falta uno que tenga frutas), y el lassi de mango estuvo muy sabroso, cargado de mango. Las porciones estuvieron ok. El comedor es pequeño y modesto, pero la atención estuvo muy buena. Quizás la decoración del lugar no hace la experiencia india más completa en la ciudad, pero la comida es muy buena, y en comparación a otros restaurantes indios, la ubicación es segura y el estacionamiento cómodo. Recomendado.
