Casa Catedral

El pasado 5 de noviembre de 2024, nos dimos el gusto de vivir una experiencia maravillosa en honor a las fiestas patrias panameñas. Nos acompañó una amiga panameña que reside en Europa y añora profundamente su tierra, por lo que decidimos llevarla a un lugar especial que prometía reflejar lo mejor de la cultura panameña. La noche comenzó con una impresionante interpretación de bailes típicos, a cargo de una talentosa pareja de jóvenes panameños que capturaron toda la esencia del folklore nacional. Sus movimientos precisos y llenos de gracia cautivaron a todos los presentes, luciéndose con un espectáculo que celebraba las raíces de Panamá de una manera única y conmovedora. Fue un deleite ver cómo honraban nuestras tradiciones con tanto esmero y talento. El lugar, con una ubicación y un ambiente únicos, ofrece una experiencia que no se encuentra en cualquier restaurante en Panamá. La decoración cuidadosamente elegida y el entorno espectacular crean una atmósfera que te envuelve y te transporta a otra epoca, logrando un equilibrio perfecto entre elegancia y autenticidad. La música de ambiente era de cantantes icónicos cuya trayectoria y calidad son indiscutibles, y se mantenía en un volumen ideal lo suficientemente baja para permitir una conversación agradable, pero lo suficientemente presente para crear un ambiente cálido y relajado. Además, el restaurante cuenta con valet parking, un detalle que realmente se aprecia en una ciudad donde encontrar estacionamiento puede ser complicado. Esto nos permitió llegar y disfrutar sin preocupaciones, sabiendo que el vehículo estaba en buenas manos. En cuanto a la oferta gastronómica, el menú es algo limitado en cuanto a opciones, pero la calidad de los platos lo compensa.  Los cócteles son, sin duda, dignos de mención especial. Exquisitos y bien preparados, son recomendables para quienes disfrutan de un buen trago con sabores innovadores y bien equilibrados. En definitiva, fue una velada que superó nuestras expectativas. Nos llevamos el recuerdo de una noche llena de cultura, sabor y tradición, en la mejor compañía y en un entorno que honró cada detalle de nuestra querida Panamá. Sin duda, es un lugar que recomendaría para quienes buscan una experiencia auténtica y de calidad en el corazón de nuestra ciudad.

excelente opción para venir y pasar una charla agradable, iluminado y con la música como debe de ser! pedimos un ceviche del pacifico de entrada, estaba bueno pero no de mi gusto! se pidió un Risotto llamada”besos del océano” que estaba muy bueno la verdad! y una “mercury burguer “ que tiene picaña de relleno, la verdad estaba super buena, me gusto mucho! ella atención muy buena sin duda alguna! podría venir varias veces más!

nuevamente visité el restaurante y esta vez fue por el burger week. Inicio destacando la atención de la host, fue muy atenta y amable tanto en la llegada como la salida, anteriormente no fue así, felicidades por la mejora. De entrada unas croquetas de pulpo que estuvieron muy buenas, el gin de manzanilla con un sabor original, muy bueno también. La parte no tan buena de la visita fue la hamburguesa, estaba bien sin embargo no destacaba, para estar participando en el burger week siento que le falta bastante creatividad y destacar más el sabor. Es igual que la mini mercury del brunch pero más grande. Para menú normal es funcional pero para concursar le falta algo que la resalte. El ambiente del lugar siempre es agradable, tranquilo y se pasa relajado.

fui al brunch de domingo a través de una reserva por esta aplicación, al llegar no tenían la mesa lista y el lugar estaba full, pero lo pudieron solucionar pronto y hacer el espacio, la atención de la host siempre fue muy buena. Destaco la decoración y el ambiente del lugar, la comida buena también, sin quejas por esa parte. Siempre pendientes del agua, mesas estables y sillas cómodas. Por parte del servicio si hubieron varias situaciones un poco extraña, pasaban las bebidas que había pedido y no sabían a qué mesa iban, al rato los veía de vuelta y consultaban si habíamos pedido eso (luego de 5 minutos de estar paseando el pedido), de igual forma uno de los platos que trajeron a la mesa coincida con uno de la mesa de al lado, luego nos dimos cuenta que nos llevaron el plato pero en realidad era de la otra mesa porque al rato nos volvieron a traer el mismo plato que ya habían traído inicialmente, en fin… hay que mejorar la logística y organización de los meseros.

el lugar nos encanto, el servicio muy bueno. El dueño muy pendiente de los detalles. Nos trajeron un nuevo plato, con una tuna abrazasa, muy buena. Tengo que volver a probar loa otros platos que salian de la cocina. Muy agradable … definitivamente volveremos