Casa Catedral

Visitamos Casa Catedral por el brunch. Las opciones del menú para brunch son un poco limitadas, pedimos el Croque Monsieur y Mini Mercury (sliders). Ambos de muy buen sabor y de buena porción, las sliders tal vez necesitan un poco de refine en la presentación. Hemos pedido un latte y un capuccino y ambos los tuvimos que devolver de lo malos que estaban, eran leche caliente. Lo positivo es que no nos lo han cobrado. El servicio fue un poco desordenado a pesar que el lugar estaba vacío (solo éramos tres mesas) y era un pelotón de personas de servicio. El ambiente, muy desordenado igual. La infraestructura es bonita, pero está muy desaprovechada. La experiencia, en cuanto a comida estuvo bien, en cuanto al resto nos quedó debiendo y bastante.

Fuimos a probaré el brunch, la atención fue muy buena, todo el personal siempre atentos, la comida estuvo buena y con buenas porciones para compartir y probar variedad, la decoración como han visto es única

Fuimos a almorzar en familia a Casa Catedral, es un lugar mágico, donde la historia y la gastronomía se juntan para brindar una experiencia envolvente. Hay dos ambientes, afuera unas 5 mesas, y adentro 16 mesas, así que puedes elegir donde deseas estar. La atención desde la entrada hasta que sales es excelente, te acompañan y hacen sentir en casa. La comida de mucha calidad, y buen sabor. Pedimos los fritos de queso, estaban crujiente y buen queso chiricano. Los langostinos Catedral, son un plato que debe probar. La entraña en su punto y crujiente papas fritas. El Salmón jugoso y delicioso, par finalizar un deliciosos postre. Lo único que no tienen agua sin gas en botella. Es un restaurante para regresar.mas de una vez.

Un lugar rústico y acogedor para una velada romántica o cena con amistades y familia, un menú muy pequeño pero sabroso la verdad y con una atención 5 estrellas de inicio a fin

Muchas expectativas sobre el lugar… pero defraudó. La comida y bebida es cara, de poca calidad y demoran mucho tiempo en servirla. ¡Demasiado caro para lo que ofrecen! Y, lo más importante, los valet parking rayaron el auto de una persona del grupo ¡¡y no se hicieron cargo!!