A continuación lo bueno, y no tan bueno de este nuevo local. Si, el restaurante tiene una decoración preciosa. Asi que en cualquiera de sus mesas o ambientes (cuenta con una pequeña terraza), viene a ser un punto "instagrameable". Está crowded pero a la vez se siente un espacio tranquilo, familiar inclusive. Un dj ameniza el ambiente. El servicio es bastante atento, aunque un poco demorado. Llamó mi atencion que a pesar de ser una mesa grande, teniamos muy pocos menús (entregan menu fisico, lo que es bueno), de los que parecian carecer. Los cocteles son ingeniosos en su presentación. Finalmente la comida, que es lo mas importante, no es de resaltar. Las porciones (excepto de las pizzas) son bastante pequeñas, una clara invitacion a tener "primo y secondo piatto". Probamos pizza, pastas y varias entradas sin considerar ninguno de los platos resaltables, mucho menos espectacular. Solo los sabores basicos de la cocina italiana sin ese plus que se esperaria de un lugar que promete gran experiencia gastronomica. El check por persona es aproximadamente 50$, lo minimo si se consume alcohol. A considerar que se está iniciando, asi que lo tomaria en cuenta para volver y ver su evolucion y nuevas propuestas.
