Fuimos un grupo de 3 personas al restaurante en la noche. El ambiente fue el usual que se ve en todos los Fridays. El menú mostraba unos cuantos platos diferentes pero igualmente lo vi muy básico en comparación a como era antes. Pedí el trago del mes (Tropical Mai Tai)y tenía buen sabor aunque con bastante hielo, supongo que por eso el precio de 5.00 por lo que con dos sorbos nos lo terminamos. Pedimos un plato que venían 18 alitas y la verdad quedamos un poco decepcionados porque estaban súper pequeñas. La clásica cheeseburger igual que siempre.

Fuimos en grupo a celebrar un cumpleaños. El trato del personal fue excelente, nos hicieron recomendaciones muy atinadas respecto a lo que queríamos. La comida estaba muy rica y los cocteles deliciosos.

Fuimos un grupo del trabajo a celebrar nuestro Secret Santa. Pedimos el menú lunch que tiene un precio de alrededor de 20. De entrada pedí la “crema de lentejas” que resultó ser solo un plato de lentejas, traté de mejorarlas con picante y me dieron un aceite (ni idea por qué). De plato fuerte escogí corvina con arroz con coco, pero pese a que la corvina estaba rica el arroz con coco estaba súper dulce, sentí que estaba comiendo arroz con leche. Lo peor de todo fue el “postre” porque nos dieron un bizcocho de guineo!!! algo que se puede conseguir en el súper mercado y la verdad esperaba más de un lugar de la categoría que muestran en redes sociales. Por suerte yo pedí de bebida un café que estaba muy rico pero el resto pidió jugo y me comentaron que el de maracuya tenía el mismo sabor que el de Estrella Azul. Lo que puedo reconocer es que el lugar es muy lindo y es un buen spot para fotos, no obstante, en temas de comida y servicio no cumplieron nuestras expectativas.

Es un restaurante pequeño pero cómodo. Hacen variaciones en el menú cada cierto tiempo, por lo que siempre quieres regresar para probar la novedad de temporada, pero también te dejan los platos con los que te engancharon la primera vez. A mi parecer tienen la filosofía de mantener viva la llama del amor (o en su caso de la comida jajajaja). Aunque es complicado encontrar estacionamiento y algunas veces mesa, siempre regresamos por la calidad y sabor de sus platos y sus ricos postres. No obstante, tengo que ser sincera y admitir que en mi última visita sentí una diferencia en el sabor de los postres, que no me dejo con la sensación wao de siempre, esperemos que solo haya sido por ésta ocasión.

El lugar es grande pero el personal está bastante pendiente de las mesas. La comida es buena y tiene un precio acorde con lo que sirven y las porciones. El personal no es el más atento del mundo pero gestionan mas o menos rápido las solicitudes. El lugar tiene muchos estacionamientos, lo que es un plus para el área.