Azahar

Esta vez sí puedo decir que me gustó, Azahar. Me parece que cambiaron el menú, un poco; pero tal vez también cambiaron chefs o tal vez es que hoy estaban más aplicados. Pedimos unos sushis, para picar (Popeye y Hat Trick) ambos estaban buenos. (un plato nuevo) Los Tagliateles artesanales con salsa de parmesano y trufas estaba bastante bueno, la Corvina en Brodo buena también. No recuerdo si antes tenían un músico (saxofonista tocando sobre una pista) pero sería mejor a unos decibeles menos, a veces era difícil conversar. Pero, como dije antes, estuvo mejor que en mis visitas anteriores.

Después de varios meses volvimos; confieso, que como restaurante sigue sin impresionarme, para tomar tragos y picar algo pienso que resulta mejor. Las dos veces que he ido, nos han resultado mejor los tragos y las entradas que los platos principales. El mesero me recomendó el Bisque de Zanahoria, estaba apenas pasable. La Corvina in Brodo si estaba bastante buena. Los rollos: Terminator y Lady Di estaban buenos. Pero, me recomendaron el estofado de Cordero en crema de coco y curry verde que lamentablemente le falta mucha sazón para pasar por bueno. En fin, como indiqué antes, si buscas ambiente, tragos y algo de picar la pasarás mejor que si vas anticipando una cena especial.

La desilusión de la noche fueron los vinos. La Carta de Vinos es limitada, cabe en una página; pero hay algunas opciones para resolver. El problema fue que 3 de las que pedimos estaban agotadas, no me lo esperaba de una lista tan corta. La comida estaba buena. Para empezar, nos gustaron: el Tiradito de Salmón, la Pizza de Atún, el rollo Mozart. Pedí un Short Rib Ahumado; de cocción estaba muy bueno, se deshacía. Me recomendaron las papas al romero; pero poco sabor a romero tenían y les falto un poco más cocción. Otros en la mesa pidieron rollos, como plato principal; el vegetariano, Mr Miyagi y el Terminator gustaron. No llegamos al postre; aunque el mesero parecía orgulloso del Fondant de Chocolate. Será en otra oportunidad. Debo reconocer que la atención fue muy buena, conocen su menú y están muy pendientes de servir, pero sin acosar. El ambiente es más moderno, que el del local que tenían en El Cangrejo; está bien decorado, además, tiene suficiente iluminación y música de fondo para dar una buena sensación.

Las entradas (cóctel de langosta, pizza de atún, dumplings de camarón y el tiradito de salmón) estaban muy buenas. La lista de vinos es limitada; pero resuelve. Los cocteles de ginebra gustaron mucho. Pedí el Filete Ithaca, me arrepentí.

Los meseros son muy atentos y amables. La comida es deliciosa, les puedo recomendar el linguini frutti di mare y cerdo. Tienen reservados en caso que lo necesiten.