Nos encantó el lugar, la comida deliciosa, un buen trato. Realmente un lugar para regresar. Comimos chupe, chaufita y un sushi con quinoa.

Probamos la ensalada de wakame tropical y estaba buena pero no tenían mango y sin avisar le pusieron piña (deberían haber avisado), edamames, 4 sushis diferentes (todos buenos)

Fui con gran expectativa por los comentarios que me habían hecho, pero realmente no siento que pagué por lo que recibí; la relación calidad-precio no está acorde. He comido mejor en otros lugares italianos por menos precio. Los mesoneros son muy confianzudos. Las sillas son fatales.

Realmente nos sorprendió la calidad de la comida, muy sabrosa y de buenas proporciones; el mesonero fue muy atento. Una buena opción para comer en el mall.

Definitivamente un lugar para repetir, la comida y la atención es excelente; si quiere estar seguro de conaeguir espacio, recomiendo reservar. Comimos de entrada: carpaccio di manzo, arancini, riso; como principal: bistecca, medialuna de ricotta y espinaca y gnocchi de espinaca; de postre lo mejor los profiteroles de pistachio, y la torta flourless de chocolate. Lo único es que ayer la música estaba un poco alta (incomoda mucho para poder conversar)

Comida muy buena, se puede mejorar en el aspecto de la atención. Los meseros fuerom muy educados y corteses, pero me parece que falta desarrollo en el aspecto de calidad de servicio comparado con el precio de la comida.

Un buen lugar para comer un buen ramen, el sushi no está mal, las gyosas son muy ricas, a veces nos ha tocado meseras poco atentas pero la última vez nos tocó una muy buena

Un lugar muy agradable, la atención muy buena al principio (luego que le sirven y retiran los platos se duermen y bajó la atención), la comida muy sabrosa (sugiero que uno que otro plato no tenga picante, todo lo que pedimos estaba picante)

La atención al inicio buena, pero despues terminamos y más de 15min y nadie pregunta si queremos algo más; mucho desorden en el personal, todos con una fiesta entre ellos y abandonan por completo la atención a las mesas. Hasta hay una mesa que llegó y se pararon a buscar el menu porque nadie los atendió. Realmente muy mala atención, y la comida es promedio.

Un lugar muy agradable, me encanta el área de la terraza al final, lleno de matas, es divino comer así entre lo verde; la atención un poco lenta (y el local no estaba lleno ni a la mitad) pero la comida es muy sabrosa. Comimos empanadas de zuchini, ensalada de aguacate, milanesa, risotto de camarones y una pizza mitad fugazzeta y mitad crispy bacon, un capuccino.