Casa Madre Tierra

un bonito hotel que tiene un buen restaurante, es algo cariñoso pero vale la pena pasar y degustar alguno de sus platos.

Este lugar es único. Imagina que un diseñador hubiera decorado un restaurante usando los muebles descubiertos en la sala de tu bisabuela, pero tu bisabuela era la dama más cool en su época. Así se ha decorado el magnífico Casa Madre Tierra en las afueras de El Valle de Antón. Más que el ambiente, la comida y servicio son excelentes con una amplia selección de platos internacionales y vinos. Prueba la sopa de pistacho y el salmón con salsa de maracuyá si quieres algo diferente. Para los menos aventureros, hay una hamburguesa con media libra de carne con una guarnición de bacon y cebolla caramelizada. Si quieres pasar un día agradable en El Valle y realmente quieres un almuerzo o cena memorable, este lugar es altamente recomendado.

Fuimos a cenar al restaurante de este hotel, y de veras que es muy bueno. Esta fuera del Valle de Anton, hay que recorrer unas pocas millas, pero al llegar es un lugar precioso y el servicio excelente. Un lugar para visitar. Comi crema de pistachio para comenzar y pescado en salsa de coco. No comi postre pues era demasiado ya!

Maracillosa experiencia! El ambiente es espectaculatmente bello, los jardines preciosos, la decoración con muy buen gusto. La atención insuperable en un ambiente lleno de paz. La comida insuperable tanto en su sabor como en la presentación.

El nombre de este hotel restaurante honra totalmente su significado, una Madre Tierra que late con amor, es un paraíso natural!! además de ofrecer un excelente servicio con el Señor César y un ambiente súper natural con gran elegancia en la colección del arte que ofrece, la comida también es un poema, altamente recomiendo el Salmón con salsa de maracuya y la Entraña