Las porciones son de buen tamaño, hay menú vegetariano y el pan de la casa es excelente. Pero el servicio es muy lento, hay q estar buscando a la camarera, porque lo abandonan a uno. Retiran los platos con prontitud. Me hubiera comido un postre, pero nunca me lo ofrecieron! El menú tiene poquísimas opciones para los intolerantes a la lactosa.