Este restaurante es una joya de las q solo los exploradores de verdad encuentran. El restaurante es auténticamente italiano y sabes q lo es porque hay italianos hablando italiano hablando afuera mientras fuman como locomotoras afuera con un cafecito en la mesa. No solo eso hay italianos adentro hablando italiano así q sabes q lo q hay allí es como la casa de la nona.
Tienen un pan de entrada como de pizza, no se como se llama pero diles así ellos saben cuál es. Querras pedir otra orden para llevar, advierto. Las pizzas en si son hechas a horno de eso de madera. Se siente el Burn en la masa cuando le metes diente. Es una delicia. Pedimos la de 4 quesos y otra más tradicional de pepperoni. Tb pedimos una más loquita. Todas fueron un éxito todas con un sabor auténticamente italiano.
Las pastas son muy buenas. La q mas me gusto es la de salmón con una excelente crema y una generosa porción de salmón. Otro pidió fettuccini a la bolañesa. No es to die for pero rasca donde pica. Por último le metimos a unos raviolis y lasaña. El primero como se supone q no es muy de llenar plato, no viene en porción de terremoto con derrumbe pero sacia. La lasaña tiene excelente sabor y una porción adecuada.
La limonada en todas sus versiones son bomba pero licuado de maracuya es la q paga la entrada.
Los postres tienen lo tradicional italiano y un flan. No te pierdes de nada con esos
Es uno de mis restaurantes favoritos porque es discreto se come bien y es relativamente económico, precio/calidad.
