Tomillo

Agradable ambiente, ya sea adentro o en la terraza, menú variado, cuenta con salones reservados para eventos especiales, deliciosa comida.

En una reunión de negocios ocupamos el reservado, excelente servicio y muy rica la comida; probamos el filete al vino en una cama de puré

El Día de San Valentín decidimos celebrar en Tomillo, y fue, sin duda, una elección perfecta. Desde el inicio, la experiencia fue impecable. Comenzamos con una mariscada crocante, una entrada deliciosa con un equilibrio ideal entre frescura y textura. Luego, opté por la langosta a la leña con queso manchego (especialidad del chef para ese día) y honestamente, superó todas mis expectativas. La combinación del ahumado de la leña con la cremosidad del queso manchego creó un equilibrio de sabores simplemente brutal!! La presentación y el punto de cocción fueron perfectos. Mi novia eligió un New York Strip de 12 onzas, que llegó a la mesa con un término de cocción preciso y jugoso, resaltando la calidad de la carne. El ambiente del restaurante fue encantador, con un servicio atento y amable que hizo que la velada fuera aún más especial. En definitiva, Tomillo se lleva un 10/10. ¡Totalmente recomendado para una cena inolvidable!

La atención es inigualable, el sabor a leña de cada uno de sus platos, se palpa en sus sabores ampliamente, principalmente en la carne. La comida es servida con buena temperatura y en tiempo; la música en vivo complementa el ambiente junto a sus comidas.

Tomillo jamás decepciona, de gustamos el lunch de Valentine's y fue una elección acertada. La Cachapa de puerco como entrada, picaña con ahogado de yuca al moho y el tres leche de chocolate, todos muy bien presentados y una explosión de sabores. El chef Milanes como siempre pasó a saludar y como siempre irradio su auténtica personalidad, panameño 100%. Sin lugar a dudas es un lugar que nunca dejaría de ir.