Nuestra visita a Manigordo fue una experiencia fantástica. Llegamos con amigos a las 9 p.m. y el ambiente nos conquistó de inmediato, era acogedor y la música estaba genial, sumado a un personal muy atento que nos recibió con calidez. Para compartir, pedimos una selección de platos que fueron un éxito total: el Wanton tableño, el Pork Belly, las papas salvajes y los montaditos de hojaldre con ropa vieja. Cada plato fue mejor que el anterior, demostrando una cocina creativa y de calidad. Siguiendo las recomendaciones del personal, acompañamos la comida con los cócteles "Ocelote" y "Corte Culebra", que maridaron a la perfección con todo lo que comimos. La combinación de un servicio excelente, una atmósfera agradable y unos platos y tragos memorables hicieron de nuestra noche una experiencia sin fallos. Definitivamente, Manigordo es un lugar altamente recomendable.
