La primera vez que escuché de este restaurante, me llamó la atención el nombre, ya que es de un chef famoso que trabajó con un Iron Chef en el exterior. Dado esto y mi pasión por la comida japonesa, decidí visitarlo y no me arrepentí. El ambiente es único, bien pensando, cada elemento en el lugar que debe de estar, te reciben en la recepción de manera bastante formal y atenta. El servicio es de primera categoría, muy agradables y explicativos. La intención del menú, me da la impresión de que fuera un menú de degustación, siempre ordeno varios platos y finalizamos con un trago o un postre. Es una experiencia única, ya que el menú te obliga a probar distintas elaboraciones culinarias para llegar a estar satisfecho, esto te da una perspectiva general de mayor parte del menú desde tu primera visita. ¡Por favor, cuando vayan, ordenen sake para acompañar su velada!
