Makoto

Ha sido unos de los mejores restaurantes Japoneses que he ido, la comida estuvo BUENISIMA todo bastante delicioso, de porciones bastantes pequeñas pero el sabor de cada plato lo promediaba, excelente atención y buen ambiente. Definitivamente volvería.

Antes de visitar Makoto, me dejé llevar por la gran cantidad de recomendaciones y reseñas positivas que circulan en internet, lo cual elevó bastante mis expectativas. Desde el momento en que llegamos, la experiencia inició con un buen pie: el servicio fue impecable, nos ofrecieron una mesa privada y la atención de los meseros destacó por su orden, pulcritud y constante disposición a asistirnos, lo que sin duda hizo sentirnos bien recibidos. Sin embargo, al adentrarnos en lo más importante la propuesta gastronómica la experiencia no logró alcanzar el nivel que se anticipaba. Tanto en los cócteles como en los platos fuertes, las recomendaciones del personal resultaron correctas, pero no sorprendentes; los sabores, aunque bien presentados, carecieron de esa chispa diferenciadora que uno espera en un restaurante de esta categoría y precio. Afortunadamente, el cierre de la velada rescató la noche con el postre Napoleón de té verde, una creación delicada y equilibrada que sí logró cautivar y dejar un recuerdo agradable. En conclusión, Makoto ofrece un servicio de primer nivel y un ambiente cuidado, pero su cocina necesita elevar la creatividad y la fuerza de sus sabores para estar a la altura de la expectativa que genera su nombre. Regresaría, sin duda, siempre que esa evolución en su propuesta culinaria llegue a reflejarse en cada plato.

Buena experiencia para probar combinaciones de ingredientes nuevos a la comida japonesa. Sabores Innovadores. Buenísimo la terraza para tomarse unos tragos en la noche. Exitos.

Tenia mucha curiosidad de visitar Makoto, me habían hablado muy bien del ambiente y la comida. Comenzando por lo positivo, me encanta que tengan ostras, prácticamente ningún lugar en Panamá tiene, probamos varios platos y entradas y definitivamente todo esta delicioso, el shimemono (ceviche asiatico) estaba increible una mezla de sabores ademas de la excelente presentación, también probamos los espárragos, dynamite roll, ginger lamb chops, beef robata y king crab entre otros - excelente presentación y sabor, totalmente recomendado para volver. Entre las cosas no tan positivas, no tenian Veuve Clicquot, nos toco otra de reemplazo, tampoco tenían el vino que fue nuestra primera opción toco pedir otro, no tenían copas de champagne, toco con copas de vino; estaban pendientes de limpiar la mesa pero en una ocasión lo hicieron con una mantita que parecía trapo sucio, muy mal visto. La temperatura del local era simplemente insoportable, demasiado frió al punto de incomodidad, y cuando lo mencione a la hostess contesto 'Si, sabemos que esta muy frió' Si tienes mesas enteras y no solo una incomodas con la temperatura del local amerita poner atención, hubo un par de cosas que tuvimos que pedirlas dos veces, lo cual también debería mejorar en coordinación.

Fabulosa experiencia. Llegas al edificio, subes en elevador y te encontraras en otro mundo. Lindas kokedamas, elegante salon interior y una enorme/divina terraza en las alturas de Obarrio. A mi me encanta el uni (erizo) y el unagi (anguila = sabe a pescado con miel y los soft-shell crabs = crangrejos azules de caparazon suave y crunchy). Disculpas al chef x mi interpretacion a la Pña. Los rolls o la anguila en bowl con arroz, fantasticos. El kimchi, repollo picante marinado es el toque coreano incluido en varios platos. Se siente la fusion japonesa -coreana sin perder su esencia. Hay diversidad de platos fusionados e independientes. Variedad de Sakes y drinks. No se lo pierdan👍