Este lugar siempre ha sido uno de nuestros favoritos. Era una celebración de agradecimiento por un amigo especial. Para entradas ordenamos El Pulpo al coco, ensalada de kale y palmito y las empanadas de filete. El pulpo era excepcional y las empanadas muy buenas. Como cortesía de la casa, no trajeron una orden de patacones, pero no eran patacones comunes y corrientes, eran increíblemente crujientes y deliciosos. Para platos fuertes, ordenamos la Corvina Farallón, el Rondón Robalo y la Entraña. Los tres eran delicioso pero el robalo el mejor plato de los tres. Los postres eran ricos: cacao ahumado, coco del mar y tres leches. La estrella era el coco del mar. Un casco de chocolate duro con un flan de coco adentro servida encima de "arena" de migas de galletas. Muy original y delicioso. La somelier nos recomendó una botella de sauvignon blanc de Nueva Zelanda que complementó muy bien nuestros platos. Aunque el precio es alto, Maito ofrece buen valor por el precio.
