Fuimos a celebrar un bautizo, la reserva era en el salón privado para 16 personas. Cuando llegamos nadie sabía de la reserva. Al final sin previo aviso, nos dejaron en el area general del restaurante. Pedimos de entrada, carpaccio, las tostadas de queso mozzarella y las almejas. excelente las 3. Sin embargo cuando pedimos los platos fuertes devolvimos 4 platos porque la pasta estaba cruda, y los que no los devolvieron las pastas les hacía falta sal o no tenían el sabor indicado en el menú. Mi plato lo devolví 2 veces hasta que la tercera vez, estuvo fenomenal. estuvimos 30 minutos pidiendo agua para todos, hasta que una persona en la mesa se levantó y fue en busca de un mesero responsable. Debo decir que el restaurante solo tenía 2 grupos de personas y unas cuantas que iban y venían. La locanda ha sido por años uno de mis restaurantes favoritos, asisto más al de obarrio pero no había tenido experiencia cómo está.
