Fuimos en familia a almorzar por el día de la madre, éramos 7 personas. Al hacer el pedido, nos ofrecieron unas entradas que llegaron al mismo tiempo que nos fueron llegando los primeros plato fuerte, ya que algunos demoraron un poco más que otros, particularmente 2 salmones que el mesero nos explicó que solicitó que hicieran de nuevo por un tema con el olor que tenían los que salieron primero. Por esto nos dieron dieron de cortesía una copa de espumante a todos los comensales. La comida en general estaba muy rica, sin embargo de los postres, el Tres Leches sentimos un poco pesado y de los alfajores las galletas parecían un poco quemadas. En cuanto al servicio nos pareció un poco lento ya que cuando llegamos el restaurante no estaba lleno y el tiempo de espera entre los que hacíamos los pedidos y nos lo entregaban eran un poco prolongados.
