Vinimos por primera vez a ver a una banda de covers que siempre seguimos donde toque. El ambiente es acogedor, pero es lamentable que acciones de la gerencia dañen por completo la experiencia. Antes de entrar en detalles, halago el choripan que estuvo muy bueno, el Aperol Spritz un poco flojo, y hablemos de las cervezas, que fue el detonante para que esta reseña sea tan baja. Ni bien llegamos mi pareja pidió cerveza negra artesanal. Le dijeron que esa noche estaban promocionando las cervezas de Casa Bruja. Le llega una cerveza rubia, y el niño waiter (muy jovencito) le dice "es lo más negro que tenemos". Errorrrrr... debió desde un principio avisar que no había negra y ofrecer alternativas, que uno como cliente decide si acepta o no. Bien, aceptó la cerveza, y estuvo bastante buena, por lo que decidió pedir otra igual. Cuál fue su sorpresa, al primer sorbo, la cara de desagrado. Era otra cerveza, muy mala por cierto. Llamamos al chico, que dijo que era la misma, y ante nuestra insistencia, volvió a la barra a consultar y decirnos que la otra se había acabado. Cero y van doss! Tratar de meternos una horrorosa cerveza sin avisar nuevamente. Vimos que en la mesa de a lado tenían una Stella Artois y aún perdonando al local por dos trastadas porque amanos la banda que estaba tocando, le dijimos al waiter que mejor trajera Stella, a lo que nos dice que el jefe dio órdenes de no vender otra cerveza que no fuera Casa Bruja. No entendí! Si la otra mesa tenía de otra marca. El gerente dijo que ese día tenían un "evento" de la marca y sólo se vendería eso. Serioo? Donde decía? Afuera no había letrero, para qué dan carta/menú si van a obligarte a comprar lo que les da la gana. En las redes solo promocionaban el toque de la banda y el logo de la marca de cerveza en mención pero nada que indicara la exclusiva. Demás está decir que nos levantamos en el acto y nos fuimos decepcionados de no poder seguir viendo a la banda, y de tal mala experiencia avalada por la propia gerencia.
