Diablicos

Nos gustó muchísimo la comida a todos. Un buen lugar para llevar a visitantes extranjeros. Las carimañolas fueron un exitazo, a todos nos gustaron (éramos 10 personas). El arroz con guandú muy bueno. La atención no fue tan buena. Cuando llegamos pedimos unir las mesas para poder sentar a las 10 personas juntas, pusieron cara y nos apretaron en un espacio (el restaurante estaba prácticamente vacío a esa hora así que no representaba ningún problema darnos espacio). Pedimos agua y no llegaba; cuando la volvimos a solicitar a otro mesero nos dijo: "vaya y pídale al mesero que la atendió primero" lo cual considero grosero. Qué lástima que se den esas situaciones en un lugar donde van tantos turistas. Tienen muchos detalles en la decoración (me encantaron los taburetes, muy bien hechos; las piñas que decoran y las telas de paruma en el techo). Deben esforzarse por ser detallistas en el trato.

Es un muy buen lugar para llevar visitas o simplemente para disfrutar una comida panameña. Las porciones son bastante buenas, aunque los precios quizás un poco elevados, pero vale la pena por la buena calidad de la comida. El show es muy recomendable.

Solo para visitar cuando se traen turistas que quieren conocer la comida panameña. Para mi gusto la comida que preparan es muy grasosa y no representa lo mejor de Panamá, pero es una de las pocas opciones en este necesario renglón.

Llegamos al restaurante, por referencia de conocidos ya que teníamos visita y para no ir a otro rest. conocido también de comida típica pues optamos por ir a Diablicos, que nos quedaba convenientemente ya que la idea era conocer el área del Casco Antiguo de la ciudad de Panama. Cuando íbamos entrando, estaba un Sr. sentado en un escalon y nos pregunto que si íbamos a entrar le indique se si, se paro y nos abrió la puerta y nos llevo a una mesa. Entiendo perfectamente que debe estar cansado pero no es la mejor imagen. El decorado de restaurante muy acorde al tema del mismo, sin embargo, se sentía un olor algo asfixiante dentro del restaurante y no era de la cocina. Adicional el lugar, no se ve tan aseado como debería ser, hay detalles que denotan el descuido del ambiente. Los servers, si bien no son groseros, son bastante apáticos y no ofrecen la mejor experiencia. Oferta culinaria, tienen una carta bastante amplia, pedimos de entrada patacones rellenos de marisco, totalmente decepcionante, los patacones estaban algo crudo y el relleno con mucha sal y a salsa no podría descifrarla seria algo un engrudo de color extraño. Los platos principales fueron filete de corvina con piel al ajillo con coco, acompañado de arroz con guandu y patacones, el arroz no le encontré sabor en realidad, el guandu es de conserva y todos sabemos que eso realmente no aporta para nada al arroz con guandu, no tiene la fragancia ni el sabor de guandu fresco. Los patacones totalmente frio, jamas entenderé eso de servir el patacon frio, cuando todos sabemos que la gracia es por lo menos caliente al llegar a la mesa. El filete de corvina si bien con buen sabor, no era fresco la textura del mismo lo indicaba, yo hubiese presentado el filete con la piel al menos tostada, para darle un giro. Guacho de marisco, hemos probado mejores en cualquier fonda del interior del país, los mariscos sin sabor. Empanadas, esto fue lo mejor de la noche en realidad, y lo único que podemos recomendar. El restaurante debe aprovechar su oferta gastronómica, y ser la estrella de la del Casco Antiguo. Si volveria ? como esta no realmente, esperamos que mejoren.

Tenía varios meses de no visitar este restaurante y debo decir que me encantó la comida, estuvo deliciosa!!!! La corvina a las negra y la lechona fueron formidables. Un punto a mejorar es el servicio, demoran bastante en atender, entregarte lo que pides y llevarte los platos. Por lo demás debo decir que volvería porque quedé encantada con los platos probados!