Chèvre

me encanto el concepto de quesos. fiel la terraza para comer afuera. no me gusto el olor de la parte de adentro donde están los quesos. lo mejor fue sin duda las papas con queso derretido

La comida es muy buena, probé la pizza con burrata y rugula, muy buena y fresca y la hamburguesa demasiado buena, la atención no fue de mi agrado ya que varias veces le pedí agua a la mesera y no me la llevo hasta tiempo después.

Fui con mi mejor amigo a celebrar el fin de año y comimos muy rico! No tuvimos queja de lo que probamos, a excepción del coctel especial de Navidad (sólo sabía a ron y más nada, puede mejorar). Lo más delicioso: los chicharroncitos de entrada con su limón y salsita picante, y el flan de queso de cabra (super cremosito) 😌. El ambiente, impecable: salones exquisitamente decorados: uno con aire acondicionado y otro que es la terraza al aire libre con techado automático, que recomendamos. Al llegar pudimos disfrutar del cielo nocturno hasta que empezó a llover, pero todo se mantuvo bajo control. La atención del personal fue excelente, especialmente la del Sr. Orlando, con su carisma, sentido del humor y amabilidad nos hizo sentir muy bienvenidos, como en casa. Los pequeños detalles: servilletas de tela, la música en vivo, las luces y flores le aportan a la experiencia✨

Diferentes ambientes, había ido anteriormente y la pasta estuvo rica, en esta ocasión quise probar las pizzas me decidí por la de cebollas nada especial la masa extremadamente delgada, mi acompañante pidió una hamburguesa y le trajeron otra😕, para compensar el error nos ofrecieron una bebida. Sólo volvería por pastas.

Todo lo que pedimos estuvo delicioso. Una de las entradas que pedimos fue el Raclette con pan, y estuvo tan bueno que tuvimos que pedir más pan para acabar con lo último que quedaba del queso.