Charro Mexicano (San Francisco)

Me encanta para los fines de semana sus margaritas deliciosas y jamas voy sin comerme sus nachos charros o con el mini es suficiente, de entrada el queso fundido de todos el de chorizo es el mas delicioso recomendado para fiestas y cumpleaños hay muchooo ruidoo aveces molesta.

La temática del ambiente es súper agradable y divertida, la atención es muy buena, personal muy amable. Los nachos son mi plato favorito de este restaurante, deliciosos!

Este restaurante ofrece un ambiente informal con música ranchera u otras propias de México. Cuenta con diferentes salones o áreas en las que se pueden tener reuniones privadas y dos terrazas al aire libre, una en la parte frontal y otra en la parte posterior del local. Hay estacionamientos al frente y atrás. El servicio es rápido y cordial. Nuestro mesero, Sebastian, fue muy atento y siempre estuvo al pendiente de lo que se necesitaba en la mesa. Pedimos de entrada el queso fundido mixto y no duró 5 minutos en la mesa. La porción es adecuada para 1-2 personas. De plato fuerte, los nachos especiales de puerco y sopes de puerco. Todo estuvo excelente. La limonada de hierba buena tenía buen tamaño, aunque estuvo algo sosa. El limón pasó casi desapercibido.

Ambiente tipo cantina. Variedad de platos. Facilidad para estacionar. Porciones bastante generosas. Recomiendo la variedad de nachos que ofrecen; pedir las tortillas aparte.

llegamos y nadie recibe nos sentamos en la mesa que quisimos para tomar el pedido se demoraron mucho pedimos unas cervezas mexicanas y unas margarita blue y se tardaron como 30 minutos y con la comida bueno el doble éramos una familia, que triste ya que hablaban bien del restaurante. Puntos buenos: Muy bonitos detalles tiene el restaurante amplio colores detalles y la margarita. Comida no, atención menos todos corrían nos dejaban con la palabra en la boca y fuimos un miércoles no quisiera imaginarme en quincenas o fines de semana. Nos tocó buscar servilletas, buscar tenedores comenzó a llover tuvimos que recoger todo y pedir mesas de pie. No volvería.