Casa Blanca

Estuve para el almuerzo con unos compañeros de trabajo, por la hora decidimos comer dentro, el mesero nos brindó el menú ejecutivo inmediatamente, sin embargo, no fue sino hasta que se lo pedimos que nos dio el menú regular, el cual cabe mencionar no tenia ningún tipo de bebida. Yo pedí el filete a la pimienta, demoró bastante en llegar al igual que los platos de Los demás, la comida estuvo riquísima de eso no tengo ninguna queja, pero lo demás puede mejorar, sobre todo el tiempo de atención.

Visitamos Casa Blanca el pasado fin de semana, la comida estuvo bien, nada espectacular; de entrada pedimos unos tequeños y unos ceviches los cuales estuvieron bien. De plato fuerte en la mesa se pidió un Salmon Maracuya, Ensalada Casablanca, pasta a la Myriam y un Filet Mignon; la comida demoro un poco pero salio recién sacada y tal cual se había ordenado. La sangría fue el punto alto de la noche para las damas de la mesa. El servicio estuvo lento y en muchas ocasiones tuvimos que llamar a otros meseros para que nos trajeran agua o algo que faltaba en el pedido (algún trago o cerveza que no llegaba), imagino que por lo lleno del local. Tenían música en vivo lo cual fue un punto bueno y malo, ya que al ser un local tan chico adentro, no permitía conversar adecuadamente aunque la música fuera excelente. Le daré una oportunidad mas para ver si mejora un poco el servicio.

Buena comida lastimosamente el mesero que nos atendió nos dió pesimo servicio. Nos presionó para ordenar rapido, sin irse al momento de darnos el menú. Adicional un plato llegó tarde porque se confundió en tomar la orden.

Buen ambiente, buena atención. La mezcla y combinación de ingredientes le da un toque exquisito a los platillos. La presentación o servida de los platos es muy buena... te invita a degustar. Las bebidas y licuados "a otro nivel" Les recomiendo limón con hierbabuena y maracuya frozen.

Excelente ambiente tanto dentro como fuera, la vista a la plaza le da ese toque perfecto. Teniendo años de estar presente en casco viejo, te hace poder calmar esos antojos de su carta, y también conocer algunas otras nuevas.