Calicanto Trattoria

Es un lugar pequeño y tranquilo... con una amabilidad y atencion de su personal al llegar... luego se fueron quedando sin personal pq el restaurant se lleno... su comida es buena pero con cierta presentacion a mejorar... la pizza calicanto muy recomendada... de verdad volveria por una segunda opinion

Tuve la oportunidad de probar la lasagna y tenía buen sabor. También pedí la pizza Calicanto y solicité que no tuviera aceitunas, cuando llegó la pizza estaba llena de acitunas. También ordené una soda y jamás la sirvieron. No entendí el por qué del servicio tan deficiente si el local solo cuenta coml con 6 mesas; y cuando me atendieron solo habían 3 mesas ocupadas.

La entrada de bruchetas mixtas estaba excelente!! El jugo de piña, espectacular. La pasta de los canelones estaba algo dura, no estaba muy buena. La lasagna bastante regular; sin embargo el ambiente nos gusto muchísimo.

Un pequeño pero muy acogedor restaurante, pedimos de entradas las brochetas mixtas las cuales estaban excelentes, también pedimos la Calicanto buen sabor y porción, tengo que decir que la pasta di mare no fue de mi agrado, no tenia sabor casi, sin embargo el resto de la comida muy buena, vale la pena regresar, la atención muy profesional igual! Regresaremos a probar el resto del menú.

Esta trattoria se ha convertido en nuestro lugar favorito en lo que a pastas se refiere, con toda y la inmensa oferta de restaurantes italianos que hay en la ciudad. La cocción de la pasta, siempre al dente, la integración de los sabores, las acertadas recetas y la consistencia en cada visita, así lo confirman. En esta ocasión pedimos unos fetuccini Alfredo, la tan gloriosa y difundida receta, muy buenos de sabor, aunque la salsa estaba algo aguada, probablemente por no haber escurrido bien la pasta al momento de retirarla de la olla. Volvimos a ordenar los spaghetti frutti di mare, que acá son espectaculares, por la intensidad e incorporación de los sabores. De entrada habíamos ordenado un panzerotti (que cada comensal puede componer seleccionando sus propios ingredientes), que tenía una masa crujiente, pero fina, de muy buen sabor, así como el relleno. La atención es de muy buen nivel, la persona que te atiende recuerda tus preferencias de visitas anteriores. El local es muy pequeño, por ende, algo incómodo, y es mejor reservar antes de ir.