El lugar es espacioso, moderno, con una decoración en tonalidades pastel que te transmiten mucha tranquilidad. Un buen chai de vainilla siempre es mi opción preferida a la hora de visitarlos, y el derretido de tres quesos es 20/10. En esta ocasión pedí el menú lunch con wrap César y sopa de lentejas. La porción es bastante pequeña pero, en mi opinión particular, deja lo suficientemente satisfecho.
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