Un lugar con una estética muy bonita para tomarte una foto con comida bonita que ver pero en el caso de ir a merendar todo queda hasta aquí. Empecemos que sus horarios son un desastre, en redes tiene una cosa al llegar al local tiene otra y ni siquiera indican que la cocina cierra una hora antes. Nosotros fuimos luego del trabajo y cerraban a las 7. Pero aún siguen vendiendo postres y bebidas hasta el cierre pero aunque los postres no son feos, no te pierdes ningún sabor del otro mundo. Tartas con masa super suave, dulces que saben a Momi. Y un flan lleno de adornos pero no destaca en nada. Lo peor creo que fue el tema del té. Desconozco si saben de la etiqueta para preparar un té y la diferencia de tiempo entre dependiendo de si contiene té o solo es una infusión pero yo pedí una infusión que contenía té verde pero me entregaron una tetera que ya trae la infusión adentro es decir que la bebida fácilmente se amargo ya que no podía servirme todo su contenido desde el inicio. Esta bien que tengas teteras bonitas y infusionadores. Pero al menos sepan servir el producto que vende.
