Benihana

Fuimos a celebrar un cumpleaños y el servicio fue pésimo, del chef no me quejo porque nos atendió muy bien pero fue el único en atendernos bien, la mesera estaba como enojada no nos sirvieron ni agua, el postre que estaba incluido ni siquiera lo llevaron a la mesa nos dimos cuenta después que pagamos, ni por cortesía nos dijeron que no había postre. Éramos un grupo grande de dos mesas completas, todos pedimos y realmente nos atendieron súper mal como I no fuéramos a pagar o nos estuvieran regalando algo. Muy malo descartado de mi lista de restaurante y otras 15 personas más lo descartan por atendernos tan mal. Tienen buena comida pero con esa atención que va no funciona.

Este restaurante me impresionó, aunque no sé si lo que me cautivó fue que en la fecha fui estaban programados para eso porque nunca he ido en un día regular. Fui el pasado San Valentín con mi novio aunque estaba medio reacia a ir porque no soy fanática de la comida con muchas especias y condimentos, pero debo admitir que salí fascinada. Me topé conque no era como creía, pues el restaurante tiene de todo un poco. Escogimos el área aquella de las mesas con la plancha de cocinar pegada para ver el chef cocinar delante de uno y la compartimos con una familia de esposos y 2 hijos. Ordenamos un plato que incluía ensalada de entrada, luego sopa y por último el plato fuerte. No comí la ensalada porque tenía un condimento super picante que casi no pude tragar, en cambio la sopa si estaba muy buena. Antes del plato principal de cada uno el chef cocinó un arroz frito de combinación que estuvo espectacular y no era parte del plato que ordenamos pero terminé pagandolo aparte porque sencillamente quería probarlo por lo bien que se veía y olía. Los cortes de carnes se veían muy bien y aunque pensé que no me iba a llenar, quedé satisfecha porque las porciones engañan. La mejor parte fue la experiencia de "cocinar" con el chef que nos dio la oportunidad de practicar las piruetas que hacía y fue super gracioso. Me encantó el show que hizo lanzando platos y la creatividad que tienen con toda la comida, nos hicieron un tren, un volcán y el detalle de la noche: el arroz en forma de corazón. Sencillamente espero volver.

La atmósfera del restaurant es inimaginable. Las planchas para cocinar le dan un toque real y cuando el chef prepara la comida tienen una rutina muy interesante que te invita a participar. El arroz frito con mariscos es muy bueno.

Te piden puntualidad al llegar cuando haces reserva, pero a la llegada te dejan esperando. El mesero tardó mucho, traía las cosas equivocadas y para que regresara tardaba demasiado. El chef que preparó nuestra comida y la presentación en la mesa, fue lo único bueno.

Excelente ambiente, servicio y comida. Recomiendo este restaurante con la familia para compartir excelente servicio. Comida excelente, muy bien servida.