Azahar

A este lugar he ido varias veces y me sorprende que la calidad se mantiene, producto, servicio y ambiente siempre muy bien, la comida siempre a buen término, fresco y la presentación de los platos siempre con mucho esmero.

Una muy buena experiencia debo decir que no espere tanto. La decoración acogedora buena temperatura, musica agradable. El bar te recibe y luego sus diferentes ambientes, un lugar digno de cualquier ciudad grande. La comida: probamos de entrada los dátiles rellenos de chorizo y envueltos en tiras de bacon, con esto me hubiese dado por servido! Este plato es todo un paseo a nivel de sabores y texturas. El musse de plátano estuvo bien aunque me hubiese gustado mas liviano en su textura. Los platos fuertes, lomo de cerdo con dátiles y hongos buen termino y porción solo que no usaría salta teriyaki mas bien una reducción de vino tinto creo que le complementaria mejor. Risoto básico de acompañamiento. Salmón con costra de almendra, muy bien logrado aunque se repitió la misma salsa teriyaki en este caso un buen complemento. Vegetales al vapor y salteados para acompañar. Buena cava y propuesta de vinos debo mencionar y un reservado para ovaciones especiales. Seguro que vuelvo...

Bonito lugar, hice la reserva mediante degusta para dos personas cuando llegue nos hicieron pasar y mi sorpresa fue que pese a que había mesas dentro del local nos sentaron en la terraza y hacía un calor espantoso. La comida algunos platos buenos, otros mucho que desear. El servicio inicio medianamente bien pero con el paso del tiempo se fue poniendo de la patada nos trajeron cubiertos nuevos para el plato principal y lo pusieron en la mesa sin una servilleta ni nada y la mesa no tenía mantel, pedí agua fría por el calor y me la daban caliente, los meseros preguntaban si todo estaba bien, habíamos terminado de comer hacía mas de 10 minutos y no retiraban los platos solo preguntaban todo esta bien y no se los llevaban y nos llevaron mas de 4 pedidos que no eran de nosotros. una lastima un local tan bonito con este tipo de atención

La comida es buena sobre todo las entradas tienen buen colección de vinos pero lo mejor es el carrito de los licores es un espectáculo ver como hace un trago el barman.

Es un lugar muy bonito, algo sombrío al interior, perfecto para un date y para una cena tranquila, la vista es bonita y la comida rica, no son porciones muy grandes, el menú es amplio y con variedad de precios. Recomendable.